Se sueña el mar,
cuando anochece,
con el poema
que se me pierde.
Sopla la brisa,
crece la noche;
te abrazo fuerte,
que no te robe.
Que no te robe
si el tiempo pasa;
guardarte siempre
aunque te vayas.
Aunque te vayas
y no regreses;
al menos tu aire,
que se me escapa.
© Pedro Ojeda Escudero, Del desconsuelo, 2025.
El mar lo guarda todo.
ResponderEliminarEs como un cantar, merece ser acompañado musicalmente.
ResponderEliminarY hace devoluciones. Alguna, poca cosa.
ResponderEliminarEl tiempo transforma los recuerdos, a veces nos roba la memoria.
ResponderEliminarAbrazos.
Quedará el mar siempre en la memoria, su ruido, su olor, su color, su romper de las olas.
ResponderEliminarEn este poema me gusta mucho esa musicalidad que has conseguido con las palabras, donde se percibe el movimiento del mar, en ese ir y volver de sus olas.
ResponderEliminarBesos