Estas tierras que fueron de tantos otros antes,
de nadie al fin, pero huellas de todos,
de mí mismo ahora, que voy de paso
de la nada a la nada, dejándome
en cada roce del viento que azota el valle,
dejándome al paso en el roce
en la espina del cardo seco
que orgulloso se yergue en la cuneta,
dejándome en el aliento lo que creía ser,
porque todo es así y todo pasa
y lo último sucede en la mirada
como si todo mar llegara al páramo
para hacer del olvido un territorio.
© Pedro Ojeda Escudero, Del desconsuelo, 2025.
Me gusta; sobre todo esa imagen del olvido como territorio; territorio que a veces cedemos al recuerdo.
ResponderEliminarPasamos y vamos integrándonos en el paisaje.
ResponderEliminarSaludos.
Parece Frías ...Todo mar llega.
ResponderEliminarSim, a paisagem permanece e nós passamos sem deixar sombra sequer , pois tudo morre.
ResponderEliminarAmigo mio, beso , boa semana e sereno Fevereiro.
Subrayo el último verso y lo hago mío.
ResponderEliminarSaludos cordiales, "pedazo" de poeta
Me va pareciendo que la autenticidad del paisaje, será lo poco que nos queda, mientras lo contemplamos , sin distraernos con todos estos artilugios que nos distraen y nos tienen entretenidos.
ResponderEliminarBesos