En los antiguos túneles del ferrocarril se desesperan los ecos de los besos hasta que encuentran una mejilla en donde posarse.
He escrito los ecos de los besos, como si estos se fijaran en papel de seda o sobre alas de mariposa. Supongo que hay otros en papel de estraza o en papel de embalaje: pesados y tan certeros como una bala en el recuerdo. Hay quien se ha salvado por un beso, también quien ha muerto.
Recuerdo un mes de septiembre en el que los besos se deshojaban con la brisa, como pétalos de boca.
Hay besos que son puñalás traperas.
ResponderEliminarY también quien se ha hundido por no dar besos.
ResponderEliminar¿Un beso sin piel donde posarse se puede llamar beso?
ResponderEliminarOs beijos são, para mim, menos importantes do que os abraços.
ResponderEliminarDo teu texto, gostei muito.
Fuerte abrazo, querido amigo.
Con envoltorio sedoso encontrarán mejor su camino, sí, y volarán como pétalos, qué imagen más hermosa.
ResponderEliminarParece que los besos recorren por túnelos oscuros.
ResponderEliminarSin embargo un beso a la sombra de un algarrobo desafía cualquier oscuridad.
Salud
Puestos a elegir ecos, me quedo con el de los besos...
ResponderEliminarLos besos son momentos detenidos para siempre. Y sí; Hay besos sin piel también.
ResponderEliminarA veces los ecos de los besos, se pierden en los túneles del tiempo. Algunos se olvidan y otros permanecen para recordarlos y no olvidarlos.
ResponderEliminarBesos virtuales y sinceros
Luz