No quieres preguntarte las razones
para este viaje. Solo
has salido de casa, caminaste
por las calles, cargando una ligera
maleta con un par de mudas limpias
y el cepillo de dientes.
En la estación, cruzaste la mirada
con otros como tú.
para este viaje. Solo
has salido de casa, caminaste
por las calles, cargando una ligera
maleta con un par de mudas limpias
y el cepillo de dientes.
En la estación, cruzaste la mirada
con otros como tú.
(Los unos con los otros
comentaban las cosas de la vida).
El último café mientras esperas
en el bar.
Hace frío.
Hojeas el periódico, nervioso.
No ha salido tu esquela. Todavía.
© Pedro Ojeda Escudero, 2023
Vaya, lo menos es un final inesperado, una espera que estremece
ResponderEliminarAbrazo
Habrá quien diga sobre la vida aquello de 'para ese viaje no hacía falta alforjas'. Pero creo que eso solo se le ocurriría a alguien que no haya sabido vivir o bien al escéptico consumado.
ResponderEliminarAh, las esquelas son publicidad tardía (el muerto ya no vende nada)
Ya no hay esquelas en los periodicos, o al menos en la mayoria.
ResponderEliminarSaludos
Me recuerdas mucho a Karmelo C. Iribarren.
ResponderEliminar"Este ya no lee Diario de Burgos" comenta invariablemente un jubilado de mi barrio, al echar, en el bar, el ojeo habitual a las esquelas, hojeando siempre desde la última página. No sé si es un consuelo, pero cuando aparezca nuestro nombre, ya habitaremos el otro barrio y allí no hay periódicos, ni locales ni nacionales, ni celestiales.
ResponderEliminarQué nos esperen muchos años esas esquelas. Todavía nos queda un amplio camino por recorrer.
ResponderEliminarBesos
Todas son tus esquelas
ResponderEliminarY cada uno con la suya, en el caminar que nunca fue voluntad ser iniciado
Como carta de navegante que apunta las estrellas
La soledad anida en los que parapetados charlan y comentan
Alguno toma la prensa y buscan recuadros enmarcados en negro
Sonries, todas son suyas aunque ninguno lo entienda
De mi bolsillo saco el libro de Segismundo
Y sigo mi senda por la que nunca he de volver a pasar
Agustín Merino
Tu esquela saldrá en algún momento. Así que corre, vuela, sueña...
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