En la chopera, la luz filtrada del otoño te pasea por una fábula antigua en la que tú siempre serás devorado por el animal insaciable que llevas dentro.
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Gritas en el bosque, pero no hay más eco que lo que permanece en el pecho.
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El mundo literario como un bosque con pocos claros, alguna pradera y recónditos manantiales. Cuando escuchas que ha caído un árbol allá lejos, la tala ha llegado ya a tus pies.
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¿Se incendian los bosques en el metaverso?
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Pagó por el NFT del árbol que tenía en el jardín antes de talarlo para construir la cochera.
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En el silencio aparente de la chopera, un picapinos se afana en su labor. De pronto, el viento, al pasar por entre las hojas de los árboles, anuncia marea alta.
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Gritas en el bosque, pero no hay más eco que lo que permanece en el pecho.
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El mundo literario como un bosque con pocos claros, alguna pradera y recónditos manantiales. Cuando escuchas que ha caído un árbol allá lejos, la tala ha llegado ya a tus pies.
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¿Se incendian los bosques en el metaverso?
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Pagó por el NFT del árbol que tenía en el jardín antes de talarlo para construir la cochera.
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En el silencio aparente de la chopera, un picapinos se afana en su labor. De pronto, el viento, al pasar por entre las hojas de los árboles, anuncia marea alta.
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Dicen que los que se pierden durante las noches sin luna en los bosques escuchan ulular su propia muerte, cada vez más cerca, que un viento frío los arrastra al mar de las copas de los árboles. Otros cuentan que hay sonidos con ojos de miel y cabello oscuro que abrazan a los náufragos y los sostienen sobre las aguas. En la piel de los ahogados, dibujan tu rostro como conjuro.
Cuando he leído lo del metaverso, ya me he traspuesto, pese a haberlo escuchado varias veces no me he puesto a ello.
ResponderEliminarNo te perderás, el rostro tan querido te sacará de la parte tenebrosa del bosque. Hay manantiales, hay luz.
ResponderEliminarAlguém velará por ti para que nunca te sintas perdido, amigo mio.
ResponderEliminarBesos
Esos gritos que resbalan en el bosque por la pradera del otoño.
ResponderEliminarPreciosa entrada, Pedro.
Besos.
Me gusta perderme en diminutos bosques con álamos muy altos y buscar su final, escuchando rumores mientras camino en silencio.
ResponderEliminarMuy bueno el aforismo del mundo literario, tan verdad como los días del crudo invierno.
A saber qué puede ocurrir o está ocurriendo ya, en ese anunciado metaverso y puede que tengamos árboles centenarios en el jardín creciendo a nuestro antojo, junto a una cochera nueva, donde todo tipo de pájaros, nos susurran cercanos, porque ya estaremos del todo perdidos.
Besos
¿Picapinos? Por estas latitudes los llamamos pájaros carpinteros.
ResponderEliminarAforismos muy interesantes. Besos
Esos sonidos que aúllan en la miel de la galerna que los cancerberos esperan para hacernos cruzar la otra orilla... que de poder esperar, esperen, que a es a menudo triste y larga la noche, fría, como la noche fría.
ResponderEliminarBesos, Pedro.