La luz del otoño ilumina el interior de las cosas.
En noviembre paseo junto al agua con la sensación de que no hay nada más cierto que esta humedad que se te mete dentro y te recuerda el barro del que estamos hechos.
No hay forma de escapar de un otoño cuando llega a su tiempo.
No es la madurez el otoño de la vida, sino su esencia.
En mi tierra, noviembre es el mes de las nieblas. En alguna me perdí, con las manos en los bolsillos, el cuello del abrigo levantado, la mirada baja. Si me encontráis, decidme que desde entonces hemos tenido varias primaveras.
No hay otoño sin revolución. Pisar las hojas caídas de los árboles y dar patadas a las castañas locas.
La elegancia se define en cualquier charco de otoño.
Amores de verano, solo uno de otoño.
El otoño de la vida. Lo peor de este otoño, el confinamiento me impide pisar las hojas, cualquier hoja.
ResponderEliminarLa luz del otoño carece de brillos que ciegan, el paisaje es más de verdad. Repasamos el camino andado, El viento trae música de hojas huecas, crujen a nuestros pies. Algunas pilongas se estrellan contra el suelo, cuidado con las cabezas. Ahora toca disfrutar este, a por él.
ResponderEliminarCuidado con las hojas, son de oro y atrae su crujir... pero también resbaladizas.
ResponderEliminarEsas hojas parecen la del arbol de Maple, precisamente hay uno al frente de cada casa, y cubren de amarillo, rojo y marron TODO, finalmente me toca recojer esas hojas caidas, lo cual es un trabajo enorme. Es de todas formas una estacion con ese atractivo de los colores.
ResponderEliminar¿Por qué serán tan bellas las hojas de los árboles en otoño, precisamente siendo ellas las caídas, casi muertas? No, no es la belleza de la muerte .no hay belleza en el estertor- es la resistencia final de lo que habían acumulado.
ResponderEliminarMe gusta el otoño porque es una especie de síntesis de todas las estaciones.
ResponderEliminarEl Otoño siempre es uno... Único y diferente cada vez.
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ResponderEliminarComo en tu tierra, querido Pedro, tenemos la suerte de disfrutar claramente todas las estaciones del año.
Primavera con sus brotes nos embriaga... y el otoño, con sus colores cobrizos nos captura para luego llevarnos lentamente al letargo y al recogimiento del invierno...
Que bella es la naturaleza querido profesor!
Te puedo divisar con las manos en los bolsillos, el cuello del abrigo levantado...
Beso,
Ali
De los cuatro elementos nos nutrimos y estamos hechos, como las estaciones, al mismo paso nuestro calendario vital nos alimenta los sueños.
ResponderEliminarY esos charcos otoñales, el espejo de lo que somos, fiel reflejo de la esencia que baila entre las hojas secas.
Besos, Pedro.
Mientras miro, esas hojas caídas en el agua, siento cómo la belleza, se apodera de mi nostalgia.
ResponderEliminarBesos