En el confinamiento me preguntaba si podría ver la flor del castaño, si podríamos salir a tiempo. Con el mes de junio llega la candela para cubrir el castañar de Béjar. Poco a poco, todos los árboles reciben esta flor y la sierra comienza a oler a candela. ¡Caminar entre castaños en flor por la ladera que antes era frontera de la mirada!
Un placer disfrutar del jardín de tus letras.
ResponderEliminarBesos.
Candela, como una flor que alumbra.
ResponderEliminarDisfrutar de lo que en un tiempo fue inalcanzable, es un gran placer. Me alegra vuestro disfrute.
ResponderEliminarBesos
Para ver castaños tendría que ir por la Alpujarra, me pilla algo lejos, por donde paseo está lleno de olivos que me joden mi alergia.
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ResponderEliminarDe niña, corría entre castaños y sentía su aroma, que aún recuerdo. Pero ni idea que a su flor se la llamara Candela.
Nunce es tarde para seguir aprendiendo. Gracias.
Caminar entre castaños en flor por la ladera que antes era frontera de la mirada!precioso!
ResponderEliminarEs como abrir al fin el libro que veíamos en el escaparate y comenzar a leer. Es mejor.
ResponderEliminar¡Qué bonitas! No sabía cómo era la flor del castaño ni que se denominara candela. Me ha gustado que compartas con nosotros ese paseo y esas sensaciones.
ResponderEliminarLa apertura llegó a tiempo y puedes disfrutar de lo que te gusta de la naturaleza que se desarrolla en el lugar que habitas... pero soy incapaz de imaginar el "olor a candela", ni siquiera sabía que la flor del castaño se llamaba así...
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