Has dejado -violeta pura- rastro
de ti en todas mis cosas.
El pequeño prado que rodea la fuente de la goterita, a 2320 metros, se había llenado de robameriendas. Dicen que esta planta anuncia el final del verano pero este verano parece haberse agarrado al terreno y no querer soltarnos. Aparecieron después unas moruchas, que venían a beber agua en el manantial y que esperaron, ceremoniosas, a que nos alejáramos. Caminaba detrás de ti. Te echaba ya de menos.
Maravillosa flor.
ResponderEliminarUn verano de lo más caluroso sobre todo el final.
ResponderEliminarPrecioso prado.
Un beso.
Si te digo la verdad, este verano se me está haciendo largo, ya tengo ganas de leer con frío.
ResponderEliminarUn abrazo