Ante la tendencia de ser siempre sublime y caminar por el filo del abismo, la necesidad de levantarse cada mañana a trabajar. El horizonte se delimita con la precisión del presente. Es en ese mismo momento cuando descubres que el futuro comienza por lo que abarcan tus brazos.
Nada más. Y no es poco.
ResponderEliminar
ResponderEliminarDe vez en cuando, es bueno, o, aconsejable retiarse de ese abismo.
Un abrazo
Qué sean amplios entonces,
ResponderEliminarpara que en ellos quepa un universo.
Besos
Qué hermosa foto, Pedro, la geografía humana y el aire eterno de La Mancha, la sabiduría de la arquitectura antigua, esa arquitectura que también se delimita con la precisión del presente, como dices, y tal vez por eso nos sigue resultando familiar y propia.
ResponderEliminarUn abrazo.
El futuro es la semilla del presente al ciento por uno... creo.
ResponderEliminarEl refrán castellano ("celestinero") de "quien mucho abarca poco aprieta" nos sugiere que más vale hacer poco, bien, que mucho, mal.
Abrazo.
Buenos días, profesor Ojeda:
ResponderEliminarEnfrentarse al día a día. Una aventura que, para algunos, es tan incierta y difícil como luchar contra los gigantes molinos.
Abrazos.