Si te pones de puntillas puedes ver el mar. Si miras más allá de la desembocadura, río abajo, más allá de la otra orilla, puedes verlo. Un mar de invierno, galerna hermosa y libre. Si te aúpas un poco más puedes verlo calmado y terso, listo para la caricia. Si te pones de puntillas puedes mirar el mar y reír al llenar tus ojos de su horizonte.
El mar, el cielo y las estrellas...
ResponderEliminarBesos
ResponderEliminar¡¡Cómo me gustan esos ríos limpios!!
ResponderEliminarHace fresquito (la cara lo dice todo), eh Pedro?
El mar es sinónimo de acabamiento y final, prefiero ver el cauce del río, su manso discurrir; la vida es eso, un poco de agua limpia que se pierde en el horizonte. Felices fiestas, Pedro.
ResponderEliminarSi alguna foto me apasiona, son las del mar y de los ríos, no me preguntes por qué, quizás el agua tenga su encanto, cuando la veo correr y llega lejos, es libre, puede acariciar y querer.
ResponderEliminarAprovecho para desearte una feliz salida y entrada de año y añado un fuerte abrazo lleno de cariños.
Kasioles
¡Qué fotografía más bonita, Pedro! no solo por tu cara bonita y sonriente, sino por ese fondo con agua que riega y se pasea por la fotografía, hasta se puede escuchar su susurro.
ResponderEliminarUn beso.
"Nuestras vidas son los ríos
ResponderEliminarque van a dar en la mar..."
Qué razón tenía Manrique, y qué razón tienes tú!
Si nos aupamos un poquito, se puede ver el mar, la espuma rompiente en el horizonte bravo yo en el otro, en el calmo...
Yo que soy de mar bravo y guerrero, lo llevo siempre dentro, y ahora está crecido y rabioso mi mar...
Pero si me pongo de puntillas, sí, puedo ver la otra orilla y serenar mi alma con el mar tranquilo, liso, brillante...
Besos marineros!
;)
Fe de erratas:
ResponderEliminarQuise decir:
"en el horizonte bravo o en el otro, en el calmo..."
Sorry!
;)
Amo o mar em todos os seus aspectos: calmo, tempestuoso, liso, ondulado, ....
ResponderEliminarMeu querido amigo, bom domingo!
El empeño y la ilusión lo hacen casi todo, gracias Pedro por este año, vayamos a por otro más, feliz 2014.
ResponderEliminarSoñamos con el mar los castellanos de Castilla.
ResponderEliminarLa línea divisoria del ser y el no ser se hace cada vez más fina, cada instante es una resta al calendario de instantes del horizonte devastado por todos los que han sido. Del manantial a las juntas, entrambasaguas, la desembocadura lorquiana del río Hudson.
ResponderEliminarSiempre hay que mirar, más allá, porque es bueno otear el horizonte. Sigues feliz, me alegro
ResponderEliminarFELIZ AÑO 2014
Un abrazo
Luz
hay mares congelados tanto que impiden desplazarse hasta los rompehielos
ResponderEliminarson estos los que nos atrapan Pedro
ojalá no existieran en la vida ni en los sueños
besos
Hermosas palabras, Pedro. Un beso grande y que ese mar te deposite en la arena muchas alegrías en 2014.
ResponderEliminarYo lo vi el otro día en Alicante y estaba muy calmado y terso.
ResponderEliminarHay quiebnes insisten en mirar la vida -el amr- muy desde abajo, haciendo que su horizonte se vea chato, sin ilusiones...intento no ser de esos!
ResponderEliminarUn abrazo enorme!
Que comiences el 2014 lleno de ilusiones...y que gran parte (al menos)de ellas consigas realizarlas!
A veces hay que ponerse de puntillas para ver y hacerse ver, y si hay suerte divisar lo se que busca.
ResponderEliminarEl mar puede ser tantas cosas...
Feliz Año.
Besos
Le hablas a una convencida...
ResponderEliminarNi imaginas la de veces que lo he visto desde un balcón de París.
Besos, Pedro.
un mar calmo , terso, listo para la caricia...
ResponderEliminares una invitación PEDRO
las gaviotas adoran el mar calmo,y también con sus tumbos y con sus furias porque aman la vida toda
un mar congelado también es un mar calmo y listo para una caricia pero a ese mar las gaviotas prefieren evitar , no vaya ser que queden atrapadas sus alas en el hielo...
besos y gracias por tu huella en Puelche
Yo lo respiro cuando llego a una de mis ciudades...lo respiro con fuerza para llevarlo el resto de la semana dentro de mí.
ResponderEliminarEl mar parece tener ciertas connotaciones que no tienen las montañas. No me imagino a los de mar echando de menos las montañas. Sin embargo, si soy de algún sitio,y creo que tú también, es de tierra adentro, aunque en verano nos hagamos la ilusión de que somos de mar, durante unos días.
ResponderEliminarUn abrazo