Por lo menos estás vivo, de Luis Felipe Comendador y Hugo Izarra (Standdart Books, 2013) nace de la indignación y de la provocación. Ante todo lo que ocurre, ante la frustración de tantos sueños, la ruptura de tantas esperanzas, el engaño al que se nos somete como ciudadanos, el artista, más que nunca, debe convertirse en una molestia continua por su mirada crítica. Quizá a los verdaderamente poderosos un libro como este les importe poco porque nada puede hacerles. Pero se engañan. Nada hay más sutilmente peligroso que el gota a gota tejido por el arte crítico, aquel que desciende a una frontera que se encuentra entre el panfleto, la viñeta ilustrada, el epigrama inteligente que desmonta el artefacto que envuelve la hipocresía de los que nos gobiernan. Por lo menos estás vivo se compromete, en primer lugar, con los propios autores: de esta sinceridad nace la mirada inteligente que sabe poner en evidencia todas las falsedades del sistema social en el que vivimos. La esperanza llega, precisamente, cuando se está en la desesperanza: la lucidez de la situación conduce a no establecer pactos más que con la propia coherencia y la sabiduría de no callarse lo que uno piensa por mucho que llueva en contra.
(Un compromiso profesional me ha impedido publicar
hoy la última entrada correspondiente al comentario
de Campos de Castilla, que retraso a mañana.)
Fantástico comentario Pedro,y yo añadiría que con mucho humor..ácido,pero humor.
ResponderEliminarMi querido Pedro, como siempre, me conmueve tu generosidad.
ResponderEliminarBesos
pasa un genial fin de semana PEDRO
ResponderEliminar:D
muak
el humor, aunque sea ácido, siempre es bienvenido, de lo contrario la crítica, la denuncia... se convierte en resentimiento, que no es bueno para nada.
ResponderEliminarL.F. es un hombre comprometido y generoso (doy fe) y este libro seguro que da fe de ello.
Mucha suerte a los autores.
biquiños,
Siempre es bienvenido un libro solidario. Suerte.
ResponderEliminarBesos
Suerte a los autores.
ResponderEliminarUn abrazo
La vaca es grande y pequeño el tábano, pero la mortifica. Hay que seguir picando allá donde no alcanza el rabo.
ResponderEliminarBuenas noches, profesor Ojeda:
ResponderEliminarAfortunadamente contamos con poetas de verdad, como Luis Felipe Comendador, que se indignan con la realidad que no nos gusta a nadie, y lo dicen.
En su obra se aprecia el artista y la persona generosa que es.
De este librito -pequeño de tamaño- escojo uno de sus poemas. Hay que ver los dibujos.
“Cuando duermo sonrío
porque no estoy despierto”
Deseo que LFC tenga motivos para sonreír. Será la prueba de que hay mejoras para todos.
Abrazos.
P.D.: Descubrí a Hugo Izarra en esta entrada . Desde entonces, tengo sus poemarios: ‘Gominolas para los patos’ y ‘Música para atravesar los túneles’
Mientras haya una voz, cantará el mañana en el aire turbio del presente,
ResponderEliminarcuando venga otra voz, se aturdirá el oponente
y cuando los callados
dejen de serlo
la vida será ruidosa y musical
tal
como debe ser la vida
saludos amigo Profe
La indignación es lo que nos queda para volver a levantarnos una y otra vez. Y cuando los artistas la sienten, pueden sacar lo mejor de si.
ResponderEliminarAprendamos.
Besos
Mucho éxito a los autores y que su mirada crítica despierte conciencias.
ResponderEliminarAbrazos