En el teatro, el movimiento del mar se simulaba agitando lonas o papeles. Allí aparecían los actores fingiendo navegar en barcos de madera o cartón o braceando para no perecer ahogados. Dicen que si no te despiertas a tiempo en una pesadilla en la que te ahogas, terminarás muriendo extrañamente ahogado en la cama de tu casa, a cientos de quilómetros del mar. En ese caso, los forenses no suelen aplaudir como los espectadores del teatro ante una muerte bien interpretada. Se limitan a levantar acta y luego lo comentan con los amigos en la barra del bar mientras se toman unas cervezas y bromean explicando que tuvieron que entrar en tu dormitorio con botas de agua y capote de marino. Por suerte, no sé nadar bien y me moriría en el primer sueño. Tengo tendencia a hacerme a la mar en cuanto veo un horizonte y una innata predisposición al naufragio. Procuro embarcar despierto.
Por las dudas, evita dormir en camas de agua...
ResponderEliminarBesos
ResponderEliminartú siempre estás despierto Pedro
ResponderEliminardemasiado despierto!
dejas poco para soñar y menos para volar
besos
Me gustan estas entradas tuyas que hay que leer entre líneas. Cuando no es lo que se dice sino lo que se sugiere.
ResponderEliminarabrazos
He navegado este ensueño fascinada y con salvavidas puesto.
ResponderEliminarEspero no soñar con naufragios, bastantes pesadillas reales tenamos ya. ;-))
ResponderEliminarUn abrazo
Embarcar (despierto) aun con predisposición al naufragio es una opción que comparto. Sólo podremos solucionar los problemas conocidos.
ResponderEliminarUn abrazo
Dicen que soñar con naufragios es no ver salida a los problemas que se tienen, tener miedo a que nuestros proyectos no se cumplan; sentir que nuestro barco no llegara a puerto. Tal vez uno se deje hundir en el agua como única escapatoria de una nave que no puede gobernar, por muy despierto que uno embarque.
ResponderEliminarTeresa
Nadar, Embarcar, Navegar. Son antídotos para Ahogar-se.
ResponderEliminarAprende a nadar pronto no sea que el Pisuerga acabe inundando todo Valladolid... :)) Besotes buceadores, M.
ResponderEliminarYo también echo mano de la cita tan manida de "Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid...", para unirme a tu preocupación acuática, o será acuífera(?)
ResponderEliminarSoy del club de los patos mareados cuando se lanzan a la aventura natatoria, un desastre, vamos! He de hacer pie en todo momento, por lo que parece que en esto no me va lo de la aventura sagitariana... qué le vamos a hacer!
Yo también prefiero embarcar despierta y bien despierta, que los tiempos no están para mucho adormecimiento, sueños y relajos.
Un beso!
;)
Es peor el insomnio que los malos sueños. En cualquier caso, hay que tener los ojos bien abiertos, sobre todo en las horas de vigilia. Besos, querido amigo.
ResponderEliminarYo nado y no me ahogo. Lo curioso es que...no sé nadar. El mundo de los sueños es misterioso.
ResponderEliminarPara estos naufragios lo mejor es tener tierra firme y nadar,nadar,nadar...siempre nadar.
ResponderEliminarVengo a traerte una taza de café turco, recién hecho y bien humeante.
ResponderEliminarHaces bien en embarcar despierto. Yo también soy de secano y no me fío nada del mar aunque logre enbrujarme con su danza y sus colores cambiantes...
ResponderEliminarhoy me llamó mi hija para decirme que había soñado que me iba en un barco y el barco se hundía... se despertó justo cuando estaba en el puerto esperando para que le dijeran si me había o no ahogado... mientras me lo contaba me reí y le dije: "hazte a la idea de que me moriría porque no sé nadar muy bien".
ResponderEliminarbiquiños,
Al igual que tú sé nadar bastante mal, pero también me encanta el mar. Seguiré tu consejo y embarcaré despierta.
ResponderEliminarUn abrazo
Luz
Buf, terrible pesadilla. Será mejor no coger ni la barca. Ni aunque sea en sueños.
ResponderEliminarPues yo siempre acabo mareando, sean olas de cartón o de agua salada.
ResponderEliminarBesitos
Estoy seguro de que te cuesta lo tuyo.
ResponderEliminarUn abrazo