Mañana publicaré mi entrada número 500 de La Acequia. Y aun no sé muy bien qué es este blog, como no sé quién soy yo más allá del vago perfil, tan público, que a veces me da la impresión de representar a otra persona, cargar con ella como con un fardo.
He dicho aquí, en varias ocasiones, mi confianza en este medio de comunicación y creación cultural, incluso introduje su estudio en las aulas universitarias y seguiré promoviendo iniciativas de todo tipo porque pienso que ya es parte del mundo, salvo cataclismo electrónico, por lo que no soy sospechoso de desánimo. Como he afirmado en otras ocasiones, el blog ha ampliado mi mundo cuando se estaba cerrando, me ha ayudado a huir del empobrecimiento, a forzar mi ya cansada mente para refrescarla cada día, a escribir haciendo músculo de escritura, como debe hacerse. El blog me ha ayudado a pensar. Y a establecer una red social amplia con todos aquellos que pasáis por aquí.
Pero hoy es sábado y aun me encuentro en la entrada número 499. Un sábado en el que se me agudiza el dolor de cabeza que tengo desde hace unos días: un rumor de estatua que se me agarra a la nuca y a las sienes. No sufro de jaquecas habituales, como aquellos que deben refugiarse en la oscuridad y en el silencio, cuando no en la química. Pero, desde hace unos días, percibo cómo sube la intensidad del dolor lentamente. No me asalta de golpe: avisa cada paso, anuncia la conquista de un centímetro más de mi cuerpo hasta instalarse cómodo y triunfador de mi persona. Hoy es sábado, escribo la entrada 499 en plena derrota. Una más de las muchas de mi vida. Miro mi mano, una de ellas, quizá la izquierda, la que golpea las teclas a o s para escribir estos textos y que, bajo la mirada, pierde los contornos hasta hacerse imprecisa, como en una de mis disoluciones.
Ni siquiera sé cómo me encontraré mañana, el día en el que publicaré la entrada número 500. O no, de tan incierto que es todo en esta vida.
500 casi ya!! Y encima llenos de gran calidad. Enhorabuena y vamos a por el 1.000. Un abrazo.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu entrada 500. No todo el mundo puede hacer esto. Te entiendo perfectamente lo que dices, pero puedes estar seguro de que lo que haces es bonito. Para mí, por lo menos, leerte es un placer, y todos los días me encanta meterme en tu blog para ver con que me sorprendes. Siento lo de tu dolor de cabeza. Un sincero abrazo y felicidades por esos 500. Isabel
ResponderEliminarA ver, dos cosillas:
ResponderEliminarPrimera: felicitarte por tu entrada 500 y por tu estupendo blog el cual disfruto dia a dia leyéndolo.
Me encanta como expresas las cosas y te envidio porque me gustaría tener ese "don de palabra" que tienes, en serio y no es por hacer la pelota ni nada de eso.
Dos: darte un tirón de orejas por no cuidarte y dejar que ese maldito dolor de cabeza se quede ahí instalado. Hay que cuidarse y hay que enfrentarse a las derrotas las cuales superarlas nos hace mas fuertes a la hora de vivir la vida.
Así que ya sabes: espero ansiosa la entrada 500. Vamos, que hasta que no la lea no me quedo tranquila y no me voy a la feria ¿ehh?.
Un besazo y ánimo. Ahh, e invitado quedas si quieres pasar por la ciudad de los Califas y disfrutar de su fiesta. Así te ríes de las derrotas ¿no?
Vaya, pues estamos igual, llevo hoy 3 gramos de paracetamol y sigue mi futura jaqueca o lo que puñetas sea, será un virus blogero?
ResponderEliminarEspero que tu coco te deje disfrutar y a nosotros también de tu entrada 500.
Besos y buenas noches^^
La verdad es que desde que entré por primera vez en tu blog a través de Luis Felipe, me quedé enganchada porque se aprende de ti y eres persona con la que creo que resulta difícil no entablar lazos de amistad. Ahora llegas a las 500 entradas, por lo cual te felicito, entre otras cosas por lo constante que eres, y dices que lo haces en plena derrota... Pues siento mucho que te sientas así porque la vida se hace muy cuesta arriba. Quizá tu cabeza te esté pidiendo a gritos que la dejes descansar de tanto centrifugarla enviándote esa exigencia en forma de dolor.
ResponderEliminarCuídate Pedro, que lo más importante eres tú.
Un besazo grande.
Felicidades por llegar a un número tan bonito: 500. Será tontería pero siempre he tenido predilección por el 5. Yo hace poco llegué a la 50 (lo que se llega a parecer a tu número y lo diferente que es). Espero tener suficientes cosa que decir para poder llegar a tu cifra.
ResponderEliminarCuidate de ese dolor de cabeza y, por favor, no te diluyas.
Yo otra vez, quería añadir que tu blog me encanta, cada día me sorprende y visitarlo se ha convertido en algo imprescindible. Me gusta lo que escribes y como lo escribes. Creo que no sería necesario decirte esto porque ya puedes ver que me tienes aquí cada día dándote la tabarra, te aseguro que no todos tienen esa desgracia.
ResponderEliminarRepito, cuídate mucho.
Pedro, ¡ENHORABUENA! por tu post Nº 499. Desde que te he descubierto, vengo rauda cada dia a tu blog. Me encantan tus escritos, aprendo mucho de ellos. Ahora bien, deberías tomarte un descanso, especialmente si tienes esos dolores de cabeza. Igual una vuelta por el Mediterráneo no te vendría mal, querido. Piénsatelo. Besotes, M.
ResponderEliminarQuizas fui de los primeros que comence a visitar La Acequia y creo distinguir a dos paseantes:
ResponderEliminarUno, el fisico, creo que es mas vitalista, brillante, apasionado, ilusionado e ilusionante.
Otro, el que se muestra a menudo en estas 499 entradas, se me aparece cada vez mas intimista, fragil, meditabundo y en ocasiones triste.
Me gustaria ver en este retablillo mas reflejos del primero, tanto como me emociona la manera de transmitir del segundo.
Me considero compañero de ambos.
¿estás bien,no? ¿todavía no te has disuelto del todo verdad?
ResponderEliminarEstar todo el día pensando suele provocar esos dolores, necesitas entretenerte y descansar un poquito, todavía te queremos estrujar un poco más como nos riñe blogófago, pero para eso es necesario tus momentos de asueto. (mira a ver, mira a ver...)
La felicidad es el objeto principal de nuestras aspiraciones, cualquiera que sea el nombre que le demos; plenitud, satisfacción profunda, serenidad, realización, sabiduría, dicha, alegría de vivir o paz interior y cualquiera que sea nuestra manera de buscarla: creatividad, justicia, altruismo, esfuerzo entusiasta, realización de un proyecto o una obra.
ResponderEliminar!nuestra civilización moderna está consagrada en gran parte al culto de la ilusión!!
No existe ninguna información general sobre la naturaleza del espíritu: los escritores y los intelectuales no hacen demasiada alusión a ella, los filósofos modernos no hablan de ella diectamente.La mayoria de los científicos niegan que pueda incluso existir.No juega ningún papel en la cultura popular, no es tema de canciones.No se habla de ella en las obras de teatro y no figura en los programas de televión.
De hecho somos educados en la creencia de que sólo es real lo que percibimos diectamente a través de nuestros sentidos ordinarios, de ahí que hagamos lo que hagamos siempre sentimos que nos falta algo.Ese algo es saber quienes somos en realidad.
Pasaba por aquí,saludos
GRACIAS POR TU INVITACIÓN, SEGUIRÉ LEYENDOTE SIEMPRE QUE PUEDA
Casi 500 es un número importante, un número de peso. Pero ese peso, ¿te empuja o te arrastra? ¿es un lastre o una energía acumulada? ¿o ambas cosas, un péndulo que golpea tus sienes?
ResponderEliminarSolo hay un remedio: no hay entrada numero 500. Cada post es el primero..o tal vez el último.
A lo mejor tienes que echar el cierre por un tiempo. Tranquilo, seguiremos aquí, haciendo cola.
499 ideas, 499 datos, 499 estados de ánimo, 499 formas de 'desnudarse' de alguna forma ante los demás. Coincido en el factor de fenómeno social que han tenido los blogs, y en cómo nos permiten encontrar 'empatías en red' que nos hacen ampliar nuestro círculo de amigos, conocidos y demás contactos.
ResponderEliminarA a por la entrada 500 y todas las demás que vengan. Date una vuelta para despejarte las migrañas; puede que si hace mal tiempo te sobrevenga un arranque de melancolía, pero al menos eso quitará el dolor de cabeza.
Salud.
Pues felicidades por adelantado. Y la cabeza no duele porque no pertenece al cuerpo. Eso decía mi abuela. La cabeza duele porque se piensa demasiado. Eso lo digo yo. Besos
ResponderEliminarPrecioso texto, me ha gustado especialmente.
ResponderEliminarLas fotos no tanto, te veo un poco cansino.
¿Qué sorpresa mañana (hoy para mí)?
Disuelto o concreto, disoluto o casto...enhorabuena por tu fantástico blog.
ResponderEliminarBesos.
Concha.
500...buen número...quieres que te diga algo, para mis tus entradas han sido un revulsivo en la creación de las mías, hasta que te encontré, pensaba que esto de los blogs era cosa de cuatro cantamañanas que escribian de enteradillos... me desengañé. Tengo mi propia red de amigos a los que no conozco pero que respeto.
ResponderEliminarAh..a mi también me golpea la jaqueca...pero creo que por la manzanilla...ya mañana vuelvo de nuevo a ser un poco más serio...
Un saludo y esperando la 500...
Cómo estás hoy? sigue la maldita jaqueca?
ResponderEliminara mi sí :(
Mira , me dijeron que si te sientas y pones la cabeza pá bajo y los brazos sumergidos en agua fría, puedes usar un cubo jaajaj, te alivia el dolor ;), la cabeza no la metas, que te puedes ahogar , ehh!! o si eso la dejas poco rato dentro.
Hay otras maneras jaajaja, la cosa es relajar tensiones en las cervicales y que circule bien la sangre.
Creo que el paracetamol me coloca ;)
Te mando mimitos a ver si se te alivia un poco.
Besos^^
Esta vez me gusta más el texto que las fotografías. Pero la verdad es que no puedes dejar perder estos retratos de interior que odos sufrimos en algun momento u otro de nuetro día a día.
ResponderEliminarEspero que te recuperes pronto y ver tú entrada 5000 y 1.000 también por que no?
Cuidate
Desde que hace unos seis meses supe del agua que corre por esta acequia, pocas han sido las veces que he faltado a la cita diaria y muchas las alegrías y satisfacciones recibidas por la generosidad de este paseante, que sin pedir nada a cambio nos sorprende cada día con su calidad artístico-creativa y con su humanidad.
ResponderEliminarCreo que el esfuerzo que realizas para difundir la cultura es algo que no puede dejar indiferente a nadie. Que más de treinta personas comenten cada capítulo del Quijote es algo sin precedentes en la historia de la cultura de este país y adivino que esto está comenzando, lo que viene a corroborar la extraordinaria potencia de esta herramienta cuando cae en las manos idóneas con una mente tan despierta e inquieta y llena de ideas tan originales, así que le vamos a pedir a las estatuas que dejen de rumorear cuando el artista está en pleno proceso de creación para no molestarle.
Lo más destacable del mundillo bloguero, en mi modo de ver las cosas, es su generosidad e insistencia en el esfuerzo diario no recompensado ante el que no se puede ser indiferente. Considerar que los blogs son cosa de cuatro frikis no puede sino contribuir al abismo digital que ya se está empezando a crear.
Feliz cumplentradas y que los monstruos esos que dejan señales en la piel hayan dejado de machacar nueces en la cabeza. pancho
Aprovecho el comentario intentando adelantarme a esa entrada número 500. En lo más cercano, espero que ese dolor de cabeza haya cesado. En lo más profundo, que me gusta La acequia, desde lo disuelto hasta lo resuelto, desde lo desenvuelto hasta lo (pocas veces, eso sí) disoluto. Es difícil el reto de hacer un blog como el que nos regalas cada día, con tanta calidad y ambición cultural y literaria. Como dices, la entrada diaria es un ejercicio gimnástico mental y de estilo. Y a ti creo que te funciona perfectamente, por dentro y por fuera. Enhorabuena, amigo. Y un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarFERNANDO: ¡allá vamos! Un abrazo.
ResponderEliminarISABEL: para mí, que me leas y dejes constancia, también lo es. Un abrazo.
DESPLAZADOS: gracias por las dos cosas. Creo que me merezco el tirón de orejas. ¡Córdoba! Cuánto tiempo sin estar en ella.
DIANNA: será, cuídate también. Mi coco ya no tiene remedio. Besos.
ISABEL: Es un placer contar contigo como comentarista y visitar tu blog también. Me cuidaré: tú también. Besos.
EUPHORBIA: Seguro que sí, porque tu blog dice mucho de ti. Gracias por tus palabras y espero que sigas por aquí, dándome la tabarra.
MERCHE: Gracias, querida amiga. Espero tus comentarios de la misma manera. La última vez que fui al Mediterráneo no me acompañaron ni el tiempo ni las emociones, espero que la próxima sea diferente. Besos.
BLOGÓFAGO: en efecto, de los primeros en venir, colaborar, difundir, sumarnos. Los dos te consideramos compañero y amigo.
MAFALDIA: no sé, pero no lo descarto... El verano anterior descansé los fines de semana, quizá haga lo mismo en éste. Besos.
ANÓNIMO: segundo extraordinario comentario. Espero que la próxima vez elijas un pseudónimo, un nombre. Mi experiencia en casos anteriores es magnífica y alguno de los visitantes asiduos de La Acequia comenzó así. Un abrazo.
XUANRATA: aun me ilusiona. Es una magnífica forma de verlo: cada entrada la primera y la última, dejarlo todo a la emoción del día que comienza o termina.
ANTONIO: Seguiremos. Me daré una vuelta, pero ¿y si con la melancolía se fueran las ideas?
SOL SOLITO: Qué sabia tu abuela. Besos y gracias.
JAVIER: Gracias por la crítica, es bueno para mejorar. ¿Y si ya se me acaba la mirada?
CONCHA: gracias por leerme. Besos.
MANUEL: me alegro de haber servido. ¡Qué pena que terminéis hoy! Disfruta de las últimas horas y recupérate, que mañana es lunes.
DIANNA: sigue. ¡Vaya método! No sé si practicarlo, que uno ya no está en edad contorsionista... Gracias por los mimos.
MARCEL.LA: te digo lo mismo que a Javier. ¡Y si ya no tuviera acierto en las imágenes!
PANCHO: ¡qué cariñosas palabras! ¡Cómo me alegro de que entraras, de que te decidieras a nombrarte, de que sigas por aquí dando muestras de tu saber en los comentarios! Tengo muy claro que uno debe dar gratis aquello que puede dar para que todo sea mejor. De ahí mi esfuerzo. Un abrazo.
RAÚL: Verba volant es otro gran ejemplo. Un abrazo, querido amigo.
Gracias a todos por vuestros comentarios.
escribes la entrada 499 en plena derrota... supongo que es una parte de tu vida la que se siente derrotada pero aún tienes las otras partes... el blog, la red social que dices que te has creado gracias a él, los que esperamos leerte cada día...
ResponderEliminaresta entrada es triste y denota desánimo... y lo que es peor, un desánimo real... aunque ahora me siento bastante feliz (con pastillas) sé de lo que hablas... y también sé que de una forma u otra siempre se sale y tú, Pedro, tienes muchos recursos... somos más fuertes de lo que nos parece, créeme.
¡¡enhorabuena por las 499!!... yo leeré ahora la 500, las dos de un tirón... y me encantaría llegar a leer las 1000 o más... muchas más.
bicos fuertes,
Aldabra
En eso, ALDABRA, tienes toda la razón: somos puzles y, cuando faltan fichas o no encajan, hemos de seguir adelante. Besos.
ResponderEliminarNo ingerirías todo el paliativo de una sola vez, pues resultaría tóxico y produciría tales efectos...
ResponderEliminarPoco a poco es mejor...
Pues a lo mejor va a ser por eso... Si es que me pierde ese paliativo, me pierde.
ResponderEliminarMe encanta cuando haces estas entradas tan desde dentro, tan tuyas, tan humanas, tan cercanas, tan profundas...
ResponderEliminarTus manos,
las manos,
nuestras manos,
las que abrazan
las que pegan
las que acarician...
Siento ese dolor de cabeza, estamos a martes, son las nueve de la noche, y espero que haya pasado o remitido, si es dolor físico.
Ya es martes, se acaba mayo, sigue lloviendo y no me importa, es más me encanta. La lluvia ha regado mis raíces, mis campos, mis días y mis noches...
Y esta acequia espero que siga canalizando estas aguas de sabiduría y buenhacer que tienes tanto tú como los que te visitan.
Vuelvo a repetir, gracias Pedro.
Tal vez vacías demasiado esa acequia tuya y te desgastas a costa de que tantos otros ganemos y nos llenemos.
Gracias por tu energía...
De verdad, te aprecio un montón, Pedro. (como espero, que al ser de las últimas, leas sólo tú esta entrada, me atrevo a ser más directa).
Un beso suavecito para tu dolor de cabeza.
PILAR: Se acaba mayo, que no ha sido mayo sino abril. Leído y apreciado. Besos.
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