Se nota ya el atardecer y la lentitud de la mañana. Queda un poco de verano, pero ya es otoño, quizá invierno. El mundo ensaya un simulacro de esperanza cada amanecer. Es bueno que muchos ignoren el trampantojo: más allá del como si la vida, está la vida misma.
Vivimos desde hace mucho de simulacros de esperanza. A la vez levantamos constantemente trampantojos, nos hace ilusión como niños pequeños que somos en tantas actitudes durante toda nuestra vida. Parece que no sabemos renunciar a la ficción y nos caerán todas encima.
ResponderEliminarEs casi imposible ignorar el trampantojo, está en el tiempo y en el espacio y se manifiesta.
ResponderEliminarSalud
Un rayito de esperanza para cada amanecer, no importa que sea de mentirijillas.
ResponderEliminarAdelantas los tiempos, algo que no está lejos de la supuesta realidad.
ResponderEliminarUn abrazo