Contemplo vagas huellas,
apenas un puñado de imprecisos
datos desordenados,
objetos esparcidos
encima de la colcha,
las llaves de la casa en el vaciabolsillo
o el dolor del costado,
un botón descosido,
tu lado de la cama.
Quizá
-cabe la duda-
sea verdad
que sigo vivo.
© Pedro Ojeda Escudero
datos desordenados,
objetos esparcidos
encima de la colcha,
las llaves de la casa en el vaciabolsillo
o el dolor del costado,
un botón descosido,
tu lado de la cama.
Quizá
-cabe la duda-
sea verdad
que sigo vivo.
© Pedro Ojeda Escudero
Son los pequeños grandes detalles, que nos entregan la verdad de la vida.
ResponderEliminarAbrazos Pedro
No tengas dudas, sigues vivo.
ResponderEliminarEsas pequeñas cosas,
el dolor del costado,
su ausencia presencia
te lo confirman.
Precioso!
Estamos vivos solo tienes que creerlo. Que todo lo bueno llegue a partir de ahora. Feliz fin de semana.
ResponderEliminarEn la bruma el horizonte que se cierne sobre nosotros se torna incierto, seguimos vivos, inciertamente...
ResponderEliminarSoledad tras soledad solo quedan las soledades
ResponderEliminarUnos labios apretados donde no suenan las palabras
Y los sonares de tu pecho ayer correspondidos hoy son martillo
en el yunque te tu cabeza.
(Agustín Merino)
Estas vivo y coleando.
ResponderEliminarSaludos
Estar vivo es una aleación de ausencias... y alguna presencia. La, del costado es la más cierta.
ResponderEliminarSi tienes todo eso y además sientes que lo sientes, no hay duda, estás transitando los caminos de esta vida que a veces son llanos y sin piedras y otras, se suben cuesta arriba, para después bajar con más facilidad, la cuesta que los lleva hasta una inmensa llanura con tímidas colinas.
ResponderEliminarBesos
Estás vivo , sim, amigo mio , porque são esses pormenores que o certificam.
ResponderEliminarBesos, bom domingo
Cuando la duda persiste, es símbolo de continuara vivo.
ResponderEliminarEsos pequeños detalles son los que hacen que la vida valga la pena y seguir vivo sea un verdadero regalo.
ResponderEliminarMaravilloso retrato de interior.
Un abrazo, Pedro.
Somos las frases que escribimos.
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