Sobre Testamento, del poeta ucraniano Tarás Shevchenko.
Tarás Shevchenko (1814-1861) es considerado uno de los fundadores de la poesía nacional ucraniana. Siervo, hijo y nieto de siervos, demostró pronto sus condiciones como pintor. Algunos artistas que lo protegieron consiguieron su libertad por 2500 rublos. Enfrentado con el régimen zarista sufrió prisión y exilio. Su poema Testamento, en el que canta por la libertad de su patria, me ha conmocionado desde la primera vez que lo leí, hace años. Es fácil encontrar su traducción al castellano en internet. Sobre él he compuesto apresuradamente este poema en cláusulas latinas, que iré perfeccionando y ampliando con el tiempo.
Pide Shevchencko palabras que sean estepas en calma
cuando le llegue la hora de ser recordado y su tumba se cubra de flores,
pero reclama que antes rompamos cadenas, alcemos las voces,
busquemos las manos de todos, en lucha que traiga la paz de los libres.
Mira Schevchencko los campos dorados, el cielo de azul más intenso,
el agua del Dniéper fluyendo amorosa camino del mar.
cuando le llegue la hora de ser recordado y su tumba se cubra de flores,
pero reclama que antes rompamos cadenas, alcemos las voces,
busquemos las manos de todos, en lucha que traiga la paz de los libres.
Mira Schevchencko los campos dorados, el cielo de azul más intenso,
el agua del Dniéper fluyendo amorosa camino del mar.
Las familias recuerdan tu verso en la nieve teñida de púrpura hoy.
Pido que el Dniéper contenga la vida, Schevchencko, la paz en la estepa,
que los campos se cubran de mieses doradas al viento,
que la voz del poeta se escuche en los valles,
pido que canten los coros las tierras, las aguas, los cielos,
que las manos ofrezcan la paz
y que puedas, Schevchencko, según tu deseo, dormir en tu tierra.
Que descanse en su tierra el poeta y asome pronto la paz con el amarillo de las mieses y el azul limpio del cielo, Me miraré lo de las cláusulas latinas. Buen homenaje tu poesía, Pedro. Escribes.
ResponderEliminarCreo recordar alguna lectura de Tarás Shevchenko, creía que era ruso. Ahora que regreso al blog, después de un tiempo de aislamiento, me encuentro con tu poema. Pecioso, un sentido homenaje. Esperemos que los poemas iluminen la oscuridad espantosa que se cierne sobre aquellas tierras bañadas por el Dnieper.
ResponderEliminarSaludos
¿Cómo podemos atarnos a un tierra que estuvo allí antes que nosotros y allí continuará cuando nosotros no estemos? Sigo sin encontrarle lógica a esas ideas, sean de uno u otro bando.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Pregunto a mi alumna y amiga ucraniana, que por cierto, está horrorizada de lo que está pasando en su querida Tierra y me dice que de pequeña se aprendió de memoria los poemas de Shevchenko. Y a continuación me manda un vídeo del desastre que queda de una ciudad masacrada por la barbarie.
ResponderEliminarTristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.
Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.
Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.
Que escribió nuestro Miguel Hernández
Besos