Últimamente me fijo en las series de objetos iguales. Me preocupa que la serie anule toda diferencia o que las diferencias invaliden el conjunto.
Salí a tomar el aire, me dijo, y el aire me tomó a mí. Lo observé con atención. Tenía la mirada perdida y el pelo alborotado. Creo que aún llevaba el aire dentro de sí, como si no hubiera posado los pies en el suelo todavía.
Hay personas que no saben qué hacer con su vida, como si siempre llevaran la ropa vacía.
En unas vacaciones en un hotel de playa, los jóvenes alemanes que ocupaban la habitación contigua acumulaban las latas de cerveza tapando la pared de la terraza. Cada día me entretenía un rato mirando las torres, que crecían. No sé si recordaban algún momento especial de cada una de las cervezas que bebieron aquella semana.
En animada conversación de bar, debatían sobre quién de entre sus amigos era más insufrible. Llegaron a un consenso cuando uno de ellos se levantó para ir al servicio. Cuando regresó, tuvo la sensación de haber atravesado un agujero de gusano.
Esto es lo que dicen que es un agujero de gusano: "si el universo es la piel de una manzana, y un gusano viaja sobre su superficie, la distancia de un punto de la manzana a su antípoda es igual a la mitad de la circunferencia de la manzana, siempre que el gusano permanezca sobre la superficie de ésta. Pero si en vez de esto, el gusano cavara un agujero directamente a través de la manzana, la distancia que tendría que recorrer sería considerablemente menor, ya que la distancia más cercana entre dos puntos es una línea recta que une a ambos". No entiendo nada a estas horas de la mañana.
ResponderEliminarPobre hombre insufrible, en aquella gusanera.
ResponderEliminarPobres bebedores de alcohol barato, barato.
Lo que hay que hacer con la vida, vivir. Es lo que dicen lis biólogos, se quedan calvos detrâs de las orejas.
Y el aire, cada uno a su aire.
Cuidado con el orden y la simetría, son quimeras.
Esperemos que el agujero de gusano no nos termine tragando.
ResponderEliminarUn placer leer estos pensamientos, en muchos me veo reflejada.
Un abrazo enorme, Pedro.
Nunca sería el más insufrible en un grupo de amigos porque no tengo un grupo de amigos. En fin.
ResponderEliminarSaludos,
J.
NO hay nada más dramático que llevar a cuestas la ropa vacía, acorporal pues.
ResponderEliminarDe joven puse durante años en una repisa encima de la cocina una torre de botes de cerveza vacíos, cada uno de una marca y de cualquier país posible, comprados en cualquier lugar. Un día se cayó la torre, como la de Babel, y me di cuenta de que aquello era una chorrada, mejor coleccionar jarras y en ello estoy.
ResponderEliminarTodo lo material que coleccionas o hagas con ellos pirámides, torres o un montón de piedras en equilibrio, no sirve de nada, siempre cae inercia o por cualquier cosa. Hay que buscar un estante en la memoria y guardar allí las mejores lecturas que puedas para ese camino de la Eternidad... Es posible que esa mochila nunca vaya de vacío en el viaje, pues la Energía nunca se termina y es parte de nuestra memoria individual. Esta llena de nosotros y somos únicos. Se amontona la información y el estante no está vacío, si de ilusión positiva también se nos llena el alma. Nada es imposible mientras el pensamiento lo guarda.
ResponderEliminar💙
"Hay personas que no saben qué hacer con su vida, como si siempre llevaran la ropa vacía".
ResponderEliminarExcelente.
Besos