viernes, 26 de noviembre de 2021

Nieblas


Encontró trabajo como marcador de niebla. Por mucho que miraba a un lado y a otro antes, un día lo sorprendieron guardándosela en los bolsillos. La cultivaba en las macetas de su terraza. No soportaba los días claros de junio.
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Recuerdo un noviembre de nieblas densas que no levantaban a mediodía. Un día tras otro, mi madre nos despedía a la puerta de la casa con preocupación. Tenía razón, no he regresado a casa desde entonces.
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Para caminar en la niebla como hacen en el cine se necesita levantar la solapa del abrigo y calarse el sombrero, caminar con los hombros encogidos y las manos en los bolsillos. Después del fundido a negro, tampoco sale el sol.
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Es mentira que después de una mañana de niebla la tarde sea de paseo: se han difuminado para siempre los caminos.

11 comentarios:

  1. Los perfiles se difuminan, los rostros de quienes se acercan son confusos, las luces tienen unos destellos mortecinos...
    Más alla del límite de los olivos, una neblina moribunda invade la mente y un romanticismo ensimismado se apodera de los sentidos.
    Salud
    Francesc Cornadó

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  2. Me encanta la desautomatización de la paremia.

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  3. Me gusta mucho como nos hablas de la niebla y sus circunstancias y consecuencias.
    Pedro, yo siempre aprendiendo de ti.
    Un abrazo.💚

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  4. Las nieblas por estos lares es una rara avis.

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  5. Mañana de niebla tarde de más niebla, algunas veces.
    Las madres se inquietan con las nieblas de sus retoños, normal.
    Era en Casablanca o en otra película, no sé, no soy de cine.
    Hay quién acapara nieblas, se nutren de las nieblas ajenas.
    Vamos a la niebla, no hay remedio.

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  6. En la costa mediterránea escasea la niebla. Por eso, a veces, se la añora...

    Saludos

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  7. Qué misterio... Acabo de hacerte un comentario pero ha desaparecido del mapa. A ver si ésto se graba.

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  8. Hay personas que les gusta vivir en la niebla de una forma constante, y claro, digo oscuro, la claridad les molesta mucho.

    Esas nieblas que vienen de Valladolid, según dicen en mi pueblo, son densas y para todo el día. Mejor no perderse en ellas.

    Muy cinematográfico tu tercer aforismo y me recuerda no sé el porqué al "Tercer hombre".

    No siempre las paremias, que diría Carmen, son verdad.

    Besos

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  9. Esa Niebla tan anclada en la literatura como en la vida, nos diluye en el ser que fuimos y en el camino que nos queda por transitar.

    Besos, Pedro.

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  10. Te acostumbras, a la niebla, y a ese ambiente. Si dura muchos días afecta al estado de animo, al menos a mí. Por las noches los pueblos son fantasmas. Y dicen que antes había más.

    Un abrazo

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  11. jajajaja "Encontró trabajo como marcador de niebla", muy bueno.

    Eso de caminar con las manos en los bolsillos, un día de niebla cerrada, aquí, con las veredas rotas, sería imposible. O te romperías los dientes al caer estrepitosamente sin la protección de tus brazos y manos libres. Puede que sea poético, pero no es nada práctico. :-)

    Besos

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