En estos días de nieblas, la ciudad surge como si no existiera. Hubo una mañana en el que el amanecer se azuló y tiñó de irrealidad todo. Entre los bancos de niebla, las torres de la antigua azucarera navegaban a la deriva. Una bocina de barco surcaba el sueño. Despejó a mediodía, durante unas horas, pero la ciudad ya no estaba, como si se la hubiera llevado lentamente la deriva de la niebla.
Andar entre la niebla es asomarse dentro. En ese caminar solo la incertidumbre puede salvarnos.
De la niebla no merece la pena regresar porque todo lo que está al sol no existe.
Es muy hermosa y muy de sueño esa niebla oceánica. Entre nieblas navegamoss, con más gris que azul.
ResponderEliminarHoy vivimos en la niebla, ha habido momento en la historia que se ha vivido en la sombra, espero que pronto salga el sol.
ResponderEliminarLa niebla puede ser un trampantojo acogedor donde esconderse... pero hay que salir a buscar el sol.
ResponderEliminarSe aprecias as neblinas, sugiro-te uma visita aos Açores . querido Pedro.
ResponderEliminarVais adorar!
Besos e feliz semana.
> Cuida-te.
Una fotografía preciosa. La niebla que cuando se levanta libera nuestros ensueños.
ResponderEliminarFeliz semana 💚✔
Esperaremos que la niebla se disipe y llegue una nueva aurora iluminada. Con el recuerdo de las brumas apreciaremos mejor la claridad.
ResponderEliminarSaludos
Francesc Cornadó
A veces es mejor que nos trague para no regresar...
ResponderEliminarPreciosa la foto y el retrato de interior, son mis favoritos.
Un abrazo enorme.
¡Sol ☀ sol☀! ¡Quiero sol!
ResponderEliminarY aquí me quedo 3 meses más.
😘 😘 Besos 😘 😘
He contemplado ese azul en el atardecer y realmente es digno de ver. Supongo que ese añil con niebla y al amanecer debe ses espectacular.
ResponderEliminarAntes de llegar a la claridad, transitaremos por la niebla de la incertidumbre.
No sé si será bueno y cierto estar en una niebla infinita ¿ O sí?
Me gusta mucho esta entrada, tanto por la foto como por los textos.
Besos