Es difícil saber qué nos hace diferentes, qué nos hace iguales. A veces se trata del azar, del azar de la vida, que nos hace. Luego nos lo explicamos a nosotros mismos y a los demás con extensos pormenores: yo hice esto, yo hice lo otro, tomé tal decisión o no. Qué bien nos contamos hacia el pasado.
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Me digo mejor en tus ojos.
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Se hizo centauro para correr libre por las praderas, pero las cercaron.
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Por aquel despeñadero nunca había caído nadie, era solo una trampa lingüística mortal.
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Me dices mejor en tus ojos.
© Pedro Ojeda Escudero, 2020
Nos modela la vida, tan distintos y tan iguales como nacidos del mismo barro.
ResponderEliminarAunque quieran, al campo no se le ha podido poner puertas ni en el pasado, ni en el presente, ni en el futuro, lo han intentado y lo seguirán intentando, pero las ansias de libertad y el hambre no se pueden contener.
ResponderEliminarHacia el futuro poco se puede contar, si acaso, fantasear...
ResponderEliminarNos decimos mejor en los ojos.
ResponderEliminarYo creo más en lo causal que en lo casual... en lo que respecta al nacimiento de circunstancias, acciones y reacciones...
ResponderEliminarParece tener una mirada objetiva y certera...
Pues habrá que ayudar a abrirlas...
Hay definiciones que previenen...
Creo que de estos aforismos me gustan todos.
ResponderEliminarA veces el no poder elegir, encierra una gran dificultad.
Besos