Sobre la celidonia la gota de rocío. Al amanecer, en la ribera del Cuerpo de Hombre se adensa el agua, que deposita su peso en las hojas de la hierba. Dicen que las golondrinas la usan, por su contenido en látex, para cuidar los ojos de los polluelos ciegos. Para beber, las golondrinas rozan delicadamente la piel del río sin posarse en ella. Trazan su vuelo con la elegancia de un acróbata. En un instante, besan el rostro de los ahogados. En cada una de las gotas de rocío, hay un fragmento de la última mirada de los suicidas, tan leve que no dobla la planta. Poco a poco, se desliza y empapa la tierra.
La vida y la muerte, a través de una gota.
ResponderEliminarUn abrazo
Una gota empapando la vida.
ResponderEliminarUn beso.
Es sutil tu recuerdo, triste y bonito.
ResponderEliminarMuy bien enlazado la celidonia, llamada también golondrina, con golondrina ave, pero vamos, mis conocimientos se deben más al gran diccionario wiki.
ResponderEliminarLágrimas del día que son espejo y se multiplican. La golondrina bien conoce a la celidonia. Un abrazo, Pedro.
ResponderEliminarEs curioso. Cómo la naturaleza toda está repleta de ocupantes efímeros de territorios. Pero mientras dura la ocupación, en el caso de la gota parece liviana pero será algo más, la simbiosis proporcionará un desarrollo de vida. La vida no para, por mucho que las circunstancias adversas nos acosen.
ResponderEliminarEn las ciudades no abunda el espectáculo de las gotas de rocío. ¡Cómo añoro ese espectáculo!
ResponderEliminarCuánta intensidad en lo más leve...
ResponderEliminar¡Qué forma más delicada y bella de relatar esa imagen!
ResponderEliminarBesos
Un texto bello y conmovedor, lleno de emociones, como la propia planta.
ResponderEliminarUn gran abrazo