A este otoño le pido que me acoja en su seno con la tibia humedad de la tierra que se ensimisma, que me lleve por la sierra y me muestre los helechos de las zonas sombrías que caminan ya hacia el marrón rojizo, que me muestre todos los verdes posibles y la niebla que se levanta a veces para indicarnos un camino que está ahí, que sabíamos que estaba ahí pero no veíamos. Que venga con la fina lluvia fértil que hincha de gozo la tierra.
A este otoño le pido que me haga más tierra que nunca, que todo me sepa a la tierra que se prepara para dormir hasta la primavera, que no me deje perderme en las aguas que bajan ya por las barranqueras, frías y bravas, hacia los ríos, que no me zarandee como el viento a las ramas. Que me deje asistir al prodigio de las bayas rojas y al silencio de los senderos por los que han hocicado al amanecer los jabalíes buscando raíces y hongos, devorando las castañas entre los erizos.
Que me permita caminar sin más por los cordeles y las sendas de tu mano, de tu mano cierta, dejándome ir de mí y olvidarme, hacerme otoño y tierra.
Pido también lo que pides tú. Estás triste, creo. Estuvimos en Lerma. El paisaje estaba muy bonito. No hice fotos, miré. La gente habla bien.
ResponderEliminarUn abrazo
Que el otoño te lo conceda, que no te deje perderte.
ResponderEliminarCaminar sin más, ya está, para que pedir más.
ResponderEliminarBonito texto. La belleza del otoño puede prestarse también a metáfora sobre la vida otoñal, por qué no, y entonces sacar conclusiones más allá de la observación directa de la naturaleza. O prolongar la visión exterior sobre la naturaleza humana. La naturaleza no tiene por qué entristecernos nunca. Nuestras imágenes, tópicos y mitos son aleatorias. Avanti, Otoño, avanti nosotros.
ResponderEliminarMe encanta este texto tan de otoño.
ResponderEliminarBesos
Albert Camus dice que el otoño es una segunda primavera, donde cada hoja es una flor. Yo no lo tengo tan claro...
ResponderEliminarUn abrazo
Volveremos a refugiarnos en el variado silencio del bosque, seremos otoño.
ResponderEliminarBonitas imagenes, preciosas palabras, saludos y feliz semana.
ResponderEliminarA veces el otoño solo es el reflejo del agua en las tejas de la casa de enfrente y la brillantez del asfalto. El campo queda tan lejos.
ResponderEliminar¡Qué hermosura!
ResponderEliminarMe ha encantado esta escritura sentida y su imagen tan fresca, por lo húmedo del ambiente. Que el otoño no nos tire a los ríos sin control. Que nos amarre bien amarrados hasta la primavera.
ResponderEliminarEl otoño me puede, me debilita y me sumerge en la melancolía... no sé si alguna vez aprenderé a disfrutarlo...
ResponderEliminarTu texto está lleno de simbolismo... me gusta el tono que le has dado y lo que le pides a este otoño... que sea propicio para ti pues, y te conceda todo lo que le has pedido... que el invierno nos sea leve... y que la primavera sea desde el principio primavera...
Abrazo