domingo, 12 de noviembre de 2017

Ser gato


Ser gato y subirse a una tapia para ver la puesta del sol. Ya en la postpuesta, estirarse digno y elegante, desescalar y salir a cazar ratones. Qué armoniosa soberbia la del felino.

10 comentarios:

  1. Como diría Galdós:
    ¡¡¡"Miau"!!!
    Besos, Pedro.

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  2. Y qué vida tan placentera. Desde aquí te lo digo: propón un día, un sábado que haga todavía frío, para que quedemos a cenar, por ejemplo, algunos (y algunas, no sé si hace falta decirlo) de los lectores habituales aunque no presenciales (o sí) de tu blog. Y discutamos el lugar y la excusa mínima para hacerlo.

    Un abrazo

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  3. ¡Ay, quien fuera gato! me encantan los gatos, en mi casa "me dejan vivir" dos preciosos; no hay animal mas elegante e independiente que ellos.
    besicos
    Mavi

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  4. Silencioso, observadora, temeroso, exigente, tranquila y en especial libre, muy libre. Así veo yo al gato y en especial a la gata.

    Besos

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  5. La madre naturaleza (y alguna que otra técnica genética) ha dotado a cada criatura de habilidades innatas... los gatos tienen esa posibilidad de una forma, nosotros también, de otra....

    Me gustan los gatos, en realidad casi todos los animales...

    Abrazo

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