Esos días en los que la mejor forma de viajar es no ir a ningún sitio, observar el ajetreo de los otros, quedarse quieto, sin hacer nada. Recoger luego y volver a casa con las manos en los bolsillos y silbando.
Mira por donde es en este mes cuando a me da por viajar, más tranquilidad, las cosas mas económicas, solo tienes el posible problema de "la gota fría" que tampoco lo es mucho, después del secarral que estamos padeciendo por el sur, que nos caigan unas gotas tampoco está mal.
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Esos días son todos los días, al menos para algunos.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Mira por donde es en este mes cuando a me da por viajar, más tranquilidad, las cosas mas económicas, solo tienes el posible problema de "la gota fría" que tampoco lo es mucho, después del secarral que estamos padeciendo por el sur, que nos caigan unas gotas tampoco está mal.
ResponderEliminarSaludos
¿Y el que no sabe silbar
ResponderEliminarpuede volver saltando?
Aquí estoy, Pedro, como siempre.
Mil gracias por tu regreso a casa.
Besos
Y qué razón tienes al decir que el mejor viaje es no ir a ningún lado.
ResponderEliminarY cómo me alegra tu regreso, Pedro, porque en verdad te extrañaba.
Besos.
Así llevo yo todo el verano, viendo pasar a los viajeros.
ResponderEliminarNo hacer nada, esa es mi ilusión.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, los mejores, sin duda alguna...
ResponderEliminarLejos del ajetreo y del mundanal ruido.
Besos, Pedro.