Yo venía despacio, seguramente demasiado despacio para tu loca vida, a dejarme caer en tu silla de enea. Pero me la has cambiado por una invitación al sueño. QUizá debería.
Un ataque masivo de spam me ha obligado a anular la posibilidad de comentarios anónimos en contra de lo que siempre ha ocurrido en La Acequia. En cuanto pueda solucionarlo, volverá a ser posible comentar de forma anónima.
La piel cuánto paz siente ante el abrazo cálido.
ResponderEliminarBesos.
Felices los dos, en ese abrazo antes del sueño.
ResponderEliminarBesos
¡Qué bonito y sencillo poema!
ResponderEliminarQué sensación de languidez y de sentirte arropado deja el ritmo de tus versos.
ResponderEliminarclaro y profundo
ResponderEliminarCon certidumbres de esa guisa, la vida, corta o no, tiene sentido...
ResponderEliminarYo venía despacio, seguramente demasiado despacio para tu loca vida, a dejarme caer en tu silla de enea. Pero me la has cambiado por una invitación al sueño. QUizá debería.
ResponderEliminarBesos.
un orgasmo
ResponderEliminarvale un cielo
ResponderEliminarPorque es fugaz, habría que aprovecharla cada minuto.
Un abrazo
Más que la piel, el alma;
ResponderEliminaralma con alma,
unidos.
Nos agarramos a las certidumbres, qué remedio.
ResponderEliminarUn abrazo
Quando podemos ter uma certeza, nem que seja a da pele, é bom.
ResponderEliminarBesos, amigo mio