viernes, 7 de octubre de 2016

Sentarse frente al mar por la noche


A veces todo es sentarse frente al mar una noche y dejarlo venir hacia ti. Nada más. Ya amanecerá otro día.

10 comentarios:

  1. Quedarse quieto, contemplando, escuchando el mar. Las olas traerán lo que tengan que traer. Mañana será otro día...

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  2. Suerte quién pueda mirar al mar en éstos momentos y dejar que la mirada se abandone hacia el horizonte azul de la noche.

    Cómo me gustan este tipo de entradas, Pedro, incluyendo la imagen.

    Un beso.

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  3. ¡¡Que bonito!!, he tenido la suerte de practicarlo.

    Saludos

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  4. Con gestos sencillos como ese, se sana el alma.
    Un abrazo

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  5. A veces la inacción es la mejor de las acciones, sí.

    Abrazo

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  6. A veces, ¡sí!
    ¡Ojalá pudiéramos practicarlo más a menudo!
    Besos
    ;)

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  7. Dentro de la profundidad de nuestros pensamientos, de nuestros sentimientos qué mejor que sentarse una noche frente al mar....
    Pasé momentos así....tuve la fortuna de poder hacerlo y al amanecer era otra la visión.
    ;-)
    besos Pedro...

    Ali

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  8. Sí.
    Mientras siga amaneciendo, habrá esperanza.
    Paciencia...

    Besos, Pedro.

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  9. Bueno, si no hay mar será la montaña, o el páramo, aunque suena diferente, claro.

    Un abrazo

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  10. Prefiero las madrugadas donde las ansias son sagradas

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