En las Lagunas del Trampal. Fotografía de Alfonso Monge. |
Estas montañas seguirán aquí cuando de mí no quede recuerdo alguno. Alguien se bañará en esta laguna y sentirá la belleza del tiempo hecho peña, agua y paisaje. Del glaciar que ocupó este espacio hasta esta brisa suave y reconfortante de final de verano a más de dos mil metros. Ya no seré yo. No importa, pero por suerte hoy sí soy yo el que se asoma a las aguas, asombrado ante las paredes y los canchales, las peñas cortadas a cincel por el hielo y la humilde roba meriendas que anuncia ya el próximo otoño. No soy nada, no soy nadie, pero aprovecho este segundo eterno para dejarme ganar por el verde denso y misterioso, los rizos del agua aérea y el eco de la luz en el circo, con la Ceja, seria y sobria, arriba. No soy nada y procuro serlo de la mejor manera que puedo, sin alterar lo que me rodea.
El inicio de septiembre es el verdadero inicio del año. Todo cambia de ritmo. Todo parece comenzar y se retorna aunque no se haya ido a ninguna parte o a la región más alejada del mundo. Vuelvo a escribir en La Acequia y agradezco la compañía y las palabras de todos los que me queráis acompañar de nuevo en este encuentro diario.
Yo te espero en el Castañas con un vinilo, aunque sea azul ;)
ResponderEliminarLa fotografía es espectacular. Deberías hacer un póster, y no es broma. Me encanta
magnifica noticia, que la acequia se abra de nuevo y deje correr el agua fresca del otoño.....................
ResponderEliminarfelicidades por esa vuelta a la acequia, que su agua fresca nos llegue de nuevo .
ResponderEliminarAunque agosto ha sido muy poético, se me ha hecho largo. Echaba de menos mi lectura nocturna antes de irme a dormir. Un placer volver a leerte y un verdadero placer seguirte en la Acequia.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte querido Pedro.
Aquí nada cambia, bueno, si que cambia, somos varios meses más viejos y no es moco de pavo.
ResponderEliminarSaludos
Me ha gustado lo que escribes, aunque creo que nunca he estado, por ahora, por allí. Volvemos a comenzar y es cierto, a mi edad, que ahora comienza todo otra vez, aunque haya estado lejos.
ResponderEliminarUn abrazo
Lirica y paisajística entrada, preciosa, como correspondió al momento.
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ResponderEliminarBuena foto y excelentes palabras para iniciar el regreso.
Un abrazo
ResponderEliminarSeptiembre debería ser el primer mes del año porque es cuando todo comienza.
Bienvenido de nuevo a La Acequia, Pedro, te echaba de menos.
Un beso.
Feliz regreso, Pedro.
ResponderEliminarTodo empieza en septiembre.
ResponderEliminarNo lo dice el calendario, pero sí tenemos esa sensación tras el verano.
Interesante lugar.
Saludos.
Bienvenido! me alegra tenerte otra vez meditando entre nosotros. Un fuerte abrazo
ResponderEliminar=)
ResponderEliminarQuerido Pedro,me alejo pero no tanto...
te sigo, donde esté te leo.. .
Y concuerdo contigo, plenamente, en que no somos nada. Qué cierto, sin embargo en ese instante, lo sentimos todo!
Bienvenido....
Beso,
Ali
Regresando... y siendo. ¡Toda una promesa!
ResponderEliminarY aquí estamos, como siempre.
Besos y ¡Bienvenido!