Esta hortensia es de Candelario. Podría ser de Salamanca o de Sevilla, pero es de Candelario. Podría ser también de Niza y tendría hoy otrosentido. ¿Hay hortensias hoy en Niza? ¿Cuántas hay en Siria, Turquía, en todo la geografía de África? ¿Cuántas hortensias hay en mi jardín, ese que cultivo cada día? Tratarlas con amorosa mano para que cambien de color solo hacia la belleza. ¿Resistirán hasta octubre, cuando pueda recogerlas con cuidado y dejarlas en el jarrón para que se sequen lentamente y pueda contemplarlas durante todo el largo y duro invierno de estos jardines en guerra?
Buenas noches, profesor Ojeda:
ResponderEliminar¿Con qué ojos mirarán la belleza, al alcance de todos, esos seres siniestros que pululan por el mundo?
Precioso color de esas hortensias de Candelario. Hoy la Costa Azul, viste de luto, como lo llevan en el corazón todas las personas con algún sentimiento de humanidad.
Un abrazo
¡Deberíamos poblar el mundo de Hortensias
ResponderEliminartan azules, hermosas y sutiles como las tuyas!
Me uno, obviamente, al dolor por Niza.
Si se ha "demonizado" la Edad Media a la que muchos
llamaron o llaman "oscura", (algo que yo no comparto)
¿Cómo llamarán las generaciones futuras
nuestro Siglos XX y XXI?
Besos
Imposibles por mis lares, dada la cantidad de agua que necesitan a diario, pero me alegra mucho verlas cuando las veo a la puerta de las casas en el norte, y me dan mucha envidia.
ResponderEliminarEl siglo del miedo a los fanatismos.
ResponderEliminarQuerido amigo mio, que floresçam hortênsias em todos os jardins e a beleza se derrame no coração dos homens, dulcificando-os!
ResponderEliminarAbraço com saudades.
Hay personas en el mundo que con un sólo dedo pueden causar mucha destrucción, otras necesitan los diez dedos de su mano para plantar una sola semilla. Lo bueno de éstas últimas es que su semilla hará que surja belleza en forma, por ejemplo, de bellas hortensias como las tuyas. Lo bueno de esa semilla es que la belleza que crezca de ella, se renovará cada primavera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sin esa belleza, y todo nuestro amor volcado en su cuidado, estamos perdidos...
ResponderEliminarCuidemos la semilla y reguémosla cada día de tolerancia, respeto, educación, y mejor repartición de nuestras riquezas, contra cualquier fanatismo.
Besos, Pedro.
Y sin embargo las hortensias son un signo de belleza para cualquier lugar -conflictivo o apacible- del mundo.
ResponderEliminarResistirán tus hortensias y resistiremos nosotros, claro que sí. Necesitan, creo, bastante agua, y las más grandes que he visto creo que son las que crecen en los jardines o en los tiestos, grandes, del norte. Por aquí hay que estar, como estamos, encima continuamente, se secan con facilidad.
ResponderEliminarUn abrazo
¿Qué será lo que no consigan esas umbrías de Candelario? Se persigue, pero ese tono azulado es difícil de lograr. Se pasan las temporadas y nada, no hay manera. La Costa Azul teñida de rojo inocente, qué pena.
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