Ah, qué pena de aquellos que solo saben escribir desde la amargura y el rencor, como si en el mundo todo fuera el túnel que se han construido para vivir cómodamente dentro de él y asomar solo para disparar hacia afuera. Cuánta energía desaprovechada.
Buen ejemplo para tanto desencanto!
ResponderEliminar¿No lo dirás por mí, Pedro? :)
ResponderEliminarCuando lo que se debe hacer es aprovechar cada momento desde los sentimientos positivos, desde la sonrisa y la caricia, desde el cariño y la positividad.
ResponderEliminarUn beso.
Es curioso, pero tanto en un texto pequeño como en una novela, ese rencor es detectado fácilmente por el lector. Cada uno puede escribir como quiera, pero también al lector puede gustarle o no.
ResponderEliminarPersonalmente no me gustan los textos que destilan rencor o resentimiento de una forma reiterativa.
Besos
Escriben con hiel en lugar de tinta.
ResponderEliminarEs que la luz incomoda a la maldad...
ResponderEliminarDisparan dardos envenenados, pero con la luz no pueden...
ResponderEliminarBesos
La amargura y el rencor no son buenos conductores de la expresión, aunque ambos conceptos no siempre van unidos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.
ResponderEliminarAunque a veces también hayamos de ir despacio ya que tampoco todo es luz lo que reluce...
;)
Besos, Pedro.
Cada cual ha de hacer su propio camino y meter el pie en sus propios charcos... pero es cierto que, a veces, las consecuencia o efectos de actos ajenos alcanzan a quienes no tienen ninguna culpa ni nigún afán en esas actitudes tan desafortunadas...
ResponderEliminarAbrazo.