Hay lugares tan lejanos que solo podemos conocer sin movernos del sitio: no hacia fuera, sino adentro, muy adentro, en caída libre y sin red que nos proteja.
La introspección es un viaje complicado hacia nuestro universo interior... precisa concentración, reflexión, aceptación... y muchas veces corrección (lo que según las circunstancias de vida no siempre es fácil)... incluso algunas veces una profunda catarsis... más que lejano es profundo, hondo, es ir hasta los tuétanos y rebuscar, analizar y sacar conclusiones... y sobre todo no autoengañarse...
Pues sí, pero el problema es que el sitio lo tenemos a veces repletico de cosas y no hay manera de caer hacia adentro, aunque puede darse el caso, por bondad de la vida, de tener la gran suerte de poder colarse por algún hueco, pero entonces, en este caso, hay que tener otra vez suerte durante la caída; muchas veces pasa que también, por ironía de la vida, se cuela un maletón de esos metálicos y pesados y antes de aterrizar sanos, salvos y renovados se nos estrella contra la cabeza accidentándonos el viaje...%)
Esos viajes te pueden sorprender al encontrarte con alguien cuyo rostro te suena, pero que tiene algo que te es totalmente desconocido. Sé de alguien que se encontró con un ser que le aterró tanto, que decidió cambiar drásticamente. Ahora está mucho mejor consigo mismo.
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Difícil no moverse cayendo libre :-)
ResponderEliminarEm poucas palavras, disseste tudo,amigo mio.
ResponderEliminarBem hajas!
Ahora en serio, cierto, Esos viajes son muy necesarios para crecer, no sólo yendo lejos aprendemos y crecemos.
ResponderEliminarBesos
Esos viajes son los mas difíciles.
ResponderEliminarBesos.
Unos viajes muy duros, a veces.
ResponderEliminarUn beso.
La introspección es un viaje complicado hacia nuestro universo interior... precisa concentración, reflexión, aceptación... y muchas veces corrección (lo que según las circunstancias de vida no siempre es fácil)... incluso algunas veces una profunda catarsis... más que lejano es profundo, hondo, es ir hasta los tuétanos y rebuscar, analizar y sacar conclusiones... y sobre todo no autoengañarse...
ResponderEliminarA veces asustan...
ResponderEliminarbucearse es un ejercicio absolutamente vital
ResponderEliminarlo mejor de ello es reencontrarse
bien por el tuyo Pedro
bss
En muchos de esos viajes, el paisaje no es tan bello o atractivo como esperamos.
ResponderEliminarViajar a uno mismo, eso es. Un viaje cotidiano.
ResponderEliminarUn abrazo
Son los viajes más arriesgados, en los que hay que tener los ojos bien abiertos... y el espíritu!
ResponderEliminarBesos y buen viaje!
;)
Por eso muchos optamos por la evasión visitando esos mundos de Dios e ignorando el propio...
ResponderEliminarHay quien nunca viaja hacia dentro por lo que nunca llegará a conocerse, otros lo hacemos y encontramos siempre zonas inexploradas.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues sí, pero el problema es que el sitio lo tenemos a veces repletico de cosas y no hay manera de caer hacia adentro, aunque puede darse el caso, por bondad de la vida, de tener la gran suerte de poder colarse por algún hueco, pero entonces, en este caso, hay que tener otra vez suerte durante la caída; muchas veces pasa que también, por ironía de la vida, se cuela un maletón de esos metálicos y pesados y antes de aterrizar sanos, salvos y renovados se nos estrella contra la cabeza accidentándonos el viaje...%)
ResponderEliminarEsos viajes suelen dejarnos llenos de dudas. Pero a veces, es necesario emprenderlos.
ResponderEliminarUn abrazo
Son esos viajes de los que vuelves "casi siempre" dolorido y con menos equipaje y de los que no te arrepientes "casi nunca"
ResponderEliminarnosotros mismos!
ResponderEliminarun abrazo, querido Profe
Y son tan necesarios pese a la caída...
ResponderEliminarBesos, Pedro.
Esos son los mejores lugares y los que todos debemos visitarnos, al menos de vez en cuando. Se aprende mucho de ellos.
ResponderEliminarBesos
Luz
Es que nosotros mismos somos el territorio más lejano.
ResponderEliminarBesos
Pocas y sabias palabras, Pedro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esos viajes te pueden sorprender al encontrarte con alguien cuyo rostro te suena, pero que tiene algo que te es totalmente desconocido. Sé de alguien que se encontró con un ser que le aterró tanto, que decidió cambiar drásticamente. Ahora está mucho mejor consigo mismo.
ResponderEliminarEs verdad
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