¡Afuera, a la calle, a la sombra de las encinas!
A pasear las calles que nos han arrebatado, a buscar tu abrazo y aliento.
Que ya es primavera.
Grita, a pleno pulmón, junto a otras bocas: no, no, no.
No.
En estos túneles no hay claveles,
no está tu sonrisa,
no está tu vida,
no está el sol,
no está la vida.
No, no, no.
Así la vida se nos ha hecho vieja y nos mira con ojos feroces
porque nos la han ocultado en laberintos oscuros
y el sudor es nuestro y no lo regalamos.
No, no, no.
Al sol, al sol, al viento que ondea tu cabello,
a la vida.
Que ya es primavera.
Quiero envejecer junto a tu hombro,
al sol, siempre joven,
porque en estos túneles no hay claveles
y juré tener para siempre tu voluntad como compañera,
tu rostro como el de un hermano,
tus labios de novia amada,
tus manos de madre,
tus abrazos de padre,
tu mirada de hijo,
a la sombra de los árboles centenarios.
¡Afuera, a la calle, a la sombra de las encinas, que ya es primavera!
He ido recorriendo cada una de las partes que has marcado en azul, eso me ha dado la oportunidad de volver a oír ese tema que aún hoy, me sigue poniendo los pelos de punta.
ResponderEliminarHace ya treinta años que se compuso, pero sigue tan vigente como entonces. Y como entonces, sigue siendo necesario.
En aquel año de 1974, la gente encendía mecheros en las concentraciones. Hoy tenemos móviles, hemos evolucionado tecnológicamente, pero parece que hemos perdido la capacidad de reacción.
¿Ves como si que son necesarios los blogs como el tuyo? Sirven para que no olvidemos. Para que nos quitemos las telas de araña de los ojos, veamos lo que se consiguió entonces, y lo que ahora hay que volver a reconquistar.
Gracias, Pedro, por esta entrada.
Sí, esta vida ha perdido su color, tendremos que renovar la revolución sacando la vida afuera de estos túneles trillados por el pensamiento.Me sumo a las palabras de Dorca´s Library, qué emocionante es recordar y qué necesario, gracias por este chute de entusiasmo.
ResponderEliminarJusto homenaje, para un acontecimiento inolvidable.
ResponderEliminarGracias por traer el recuerdo, y la emblemática canción que nos sigue emocionando.
los pueblos guardan sus propias páginas de la historia y las amarran con sus lazos emocionales a firme
ResponderEliminarhermoso poema Pedro
bss
La vida se nos ha hecho vieja y los claveles se pusieron mustios.
ResponderEliminarAlgo queda de 1974.
Besos
Hermoso acontecimiento. Y tan poco que se ha disfrutado.
ResponderEliminarBesos
Cuarenta años después la sombra de aquella encina centenaria plantada en las plazas de Lisboa dejó de dar la luz que guió las conquistas de entonces en toda la península.Las nuevas generaciones dan por supuestas cosas que fueron un gran avance social en su momento. Y no deberíamos, porque todo se puede desmoronar si no se lucha por ello.
ResponderEliminar¡venga! que traigo un clavel lusitano para sumarme a esta primavera ¡sí, sí, sí!
ResponderEliminar/La dama de las camelias
Y yo traigo sombrilla de encaje como mi amiga ibicenca para que el sol no me regale lunares si es que las sombras de las encinas van colmada ¡sí, sí, sí!
/Brújula Jackson
Muy bueno, ojalá se nos encienda el espíritu al ritmo de esta canción
ResponderEliminar¡a la calle, todos!
ResponderEliminarUna de las revoluciones más bellas y olvidadas...
ResponderEliminarBesos.
Toda revolución debía de hacerse con flores.
ResponderEliminarUn abrazo
Desde luego esto es espabilarnos. En un pis pas nos sacas a la calle a bañarnos de sol y perfume, y pólen.
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