Hay un momento en el que el día se pliega. No sirve de nada empeñarse en volver a abrirlo. Oscurece con tozudez por mucho que enciendas todas las luces de la casa. Quizá mañana amanezca pero eso, ahora, no importa.
No se puede sostener una relación con alguien que huele mal, ¡no se puede!" Usan feromonas -sustancias que todos secretamos y que algunos piensan que juegan un papel muy importante en la atracción- y animan a los participantes a olfatear el camino hacia el amor verdadero.
¿Como que no importa?, de entrada, que anochezca nos supone encender la luz que desde hoy se ha transformado en un lujo y, de salida diré que, de paso enriquecemos al monopolio.
Pues sí, amanece, que no es poco! A mí me encantan los amaneceres, y los atardeceres... Esas luces, ese "plegamiento", como tú dices, y luego cuando el día se despereza, cuando estira sus nubes, nos guiña con sus luces (toma rima!)... En fin, esas lindezas que aunque parezcan cursis (algun@s lo ven así), son como el puntito que nos hace parar, ver y mirar, observar, reflexionar, respirar, añorar, llorar, tal vez reír, o mejor sonreír... y que nos corra un leve o intenso escalofrío por el cuerpo y el cuore y... En fin! eso mismo!
Ah, y me ha gustado lo del río de las excusas que ha dicho Pamisola! Si supiera cuán famoso es él, el familiar Pisuerga! ;)
Besos, por aquí con un día vientosureño, templado y con cielos en movimiento, son Lorenzo, al acecho, asomando el morro!
Al plegarse el día con tozudez oscurece en los páramos, cae la noche con su manto cuajado de estrellas, embadurnando los campos, salpicando los ríos. Zumban los mosquitos, los búhos ululan, cantan las perdices croando van las ranas la cosa iba bien hasta ahora, pero en eso, entre bruma y delirio, el viento del sur lanza un abrazo feroz, arañando y rasgando, arrastrándolo todo.
Firma: La meiga Josefina Beltrán, (descuajada y en vaivén, colgada del único mirto en pie, esperando un nuevo, florido y luminoso amanecer).
Qué ganas de pasar por aqui nuevamente!! Todo nace, muere y vuelve a re-nacer. Es lo bello, saber que es asi, y APRECIAR-LO...siempre la vida vuelve, una y otra vez!!
Esta foto es parecida, diría que desde el lado opuesto, a la que has puesto hoy. Hace unos años entramos por Burgos desde el aeropuerto, andando por todo el lado de un ¿río?, hasta llegar a la catedral, y antes a la estatua del Cid. Diría que tú frecuentas esos ribazos (no sé si es la palabra adecuada, en fin, la orilla). Parece, Burgos, una ciudad vivible, humana. Es claramente de interior, o yo la percibo así, y simpatizo con ella. Pero no la conozco tanto (varias visitas al Museo de la Evolución y a Atapuerca, con hijos pequeños o adolescentes, la Catedral, el Camino de Santiago...)
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Mañana amanece siempre, por eso se lleva mejor.
ResponderEliminarSorprendente la foto, con camuflaje y todo, será el río de las excusas.
En breve, mis luces del día también se apagarán. Antes, algunas frases de papel...
ResponderEliminarApaga la luz...y sueña.
ResponderEliminarBuenas noches, profesor Ojeda:
ResponderEliminarPreciosa fotografía. No se exija tanto. El día ha sido brillante, como todos los demás.
Un abrazo.
No se puede sostener una relación con alguien que huele mal, ¡no se puede!"
ResponderEliminarUsan feromonas -sustancias que todos secretamos y que algunos piensan que juegan un papel muy importante en la atracción- y animan a los participantes a olfatear el camino hacia el amor verdadero.
Ese momento previo en que la tarde se vuelve noche...
ResponderEliminar=)
de amanecer ... amanece Pedro
ResponderEliminarla pregunta sería
y nosotros amaneceremos?
bss
¿Como que no importa?, de entrada, que anochezca nos supone encender la luz que desde hoy se ha transformado en un lujo y, de salida diré que, de paso enriquecemos al monopolio.
ResponderEliminarSaludos
Pues sí, amanece, que no es poco! A mí me encantan los amaneceres, y los atardeceres...
ResponderEliminarEsas luces, ese "plegamiento", como tú dices, y luego cuando el día se despereza, cuando estira sus nubes, nos guiña con sus luces (toma rima!)... En fin, esas lindezas que aunque parezcan cursis (algun@s lo ven así), son como el puntito que nos hace parar, ver y mirar, observar, reflexionar, respirar, añorar, llorar, tal vez reír, o mejor sonreír... y que nos corra un leve o intenso escalofrío por el cuerpo y el cuore y...
En fin!
eso mismo!
Ah, y me ha gustado lo del río de las excusas que ha dicho Pamisola! Si supiera cuán famoso es él, el familiar Pisuerga!
;)
Besos, por aquí con un día vientosureño, templado y con cielos en movimiento, son Lorenzo, al acecho, asomando el morro!
Gosto da foto!
ResponderEliminarE, sabes, agrada-me muitissimo mais o crepúsculo do que a madrugada quando começa a transição entre a noite e o dia...
Besos, querido amigo mio
Está claro: Ningún día es igual a otro.
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ResponderEliminarAl plegarse el día
con tozudez oscurece en los páramos,
cae la noche con su manto
cuajado de estrellas, embadurnando los campos, salpicando los ríos.
Zumban los mosquitos,
los búhos ululan,
cantan las perdices
croando van las ranas
la cosa iba bien hasta ahora, pero en eso, entre bruma y delirio,
el viento del sur lanza
un abrazo feroz,
arañando y rasgando, arrastrándolo todo.
Firma: La meiga Josefina Beltrán,
(descuajada y en vaivén,
colgada del único mirto en pie,
esperando un nuevo, florido
y luminoso amanecer).
Estrenemos el mañana
ResponderEliminarUn abrazo
Amanece, siempre lo hace, aunque la noche haya sido densa.
ResponderEliminarBesos
Amanece, siempre lo hace, aunque la noche haya sido densa.
ResponderEliminarBesos
El día se pliega y aparece la noche.
ResponderEliminarPrecioso, Pedro...precioso.
Sabia naturaleza, y sabia reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué ganas de pasar por aqui nuevamente!!
ResponderEliminarTodo nace, muere y vuelve a re-nacer.
Es lo bello, saber que es asi, y APRECIAR-LO...siempre la vida vuelve, una y otra vez!!
feliz de estar aqui ;)
beso
Ali
El tiempo, al igual que el río, sigue su curso y no hay forma de detenerlo y nosotros navegamos o naufragamos en él.
ResponderEliminarBesos
Esta foto es parecida, diría que desde el lado opuesto, a la que has puesto hoy.
ResponderEliminarHace unos años entramos por Burgos desde el aeropuerto, andando por todo el lado de un ¿río?, hasta llegar a la catedral, y antes a la estatua del Cid. Diría que tú frecuentas esos ribazos (no sé si es la palabra adecuada, en fin, la orilla). Parece, Burgos, una ciudad vivible, humana. Es claramente de interior, o yo la percibo así, y simpatizo con ella. Pero no la conozco tanto (varias visitas al Museo de la Evolución y a Atapuerca, con hijos pequeños o adolescentes, la Catedral, el Camino de Santiago...)
Un abrazo