Te debía esta entrada para decirte que estoy bien, que todo marcha con calma. Que las cosas van en el orden adecuado y que no tengo sobresaltos. Que la vida es alegre y triste. Que el invierno trascurre lluvioso y se anuncian ya las yemas en las ramas de los almendros. Y que te echo de menos pero sigo adelante.
Que bonito, Pedro. Que bonito.
ResponderEliminarY a ti también te la debías. Un abrazo
ResponderEliminarHay que seguir adelante.
ResponderEliminarBesos.
echar de menos es reconocerse humanos e imperfectos
ResponderEliminarsaber que donde quiera que esté quien nos interesa demos con la palabra para hacérselo saber
Bss Pedro
En el horizonte, si te fijas bien, hay algo por descubrir.
ResponderEliminarSiempre hay algo por lo que hay que seguir caminando.
ResponderEliminarUn beso.
Sigamos caminando.
ResponderEliminarMas que un post,este és un mensaje bien especial. La persona que se dé por aludida, lo tiene muy claro.
ResponderEliminarLlega la primavera... y recuerdo de otros años que a ti te afecta mucho.
Que te sea leve, profesor.
Lo más importante, seguir adelante.
ResponderEliminarSaludos
Nunca se dejará de echar de menos!
ResponderEliminarBesos.
;)
Buenas tardes, profesor Ojeda:
ResponderEliminarAunque exista diálogo in mente, qué bonito es dejar constancia por escrito.
Y el agua de la acequia siguiendo su camino.
Saludos.
El cielo cerrado y algo gris todavía, una maravilla el contraste con ese calor retratado que parece desprenderse de la tierra, y el árbol ahí, testigo desafiante de todos los planos. Hermosa la foto, hermosos pensamientos, todo está equilibrado e irradia paz, seguro que toda esa buena energía con el lamento llegó al punto del universo a donde estaba destinada.
ResponderEliminarMe sigues debiendo un café .....
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ResponderEliminarHermoso homenaje, aunque él, ¡seguro! lo daba por hecho. Somos nosotros los que tenemos la sensación de no haberle dado más. Al menos yo, así me sentía, y creo que nos pasa a todos.
Un abrazo
Somos deudores, siempre, de quienes dejaron su dulce huella en nosotros.
ResponderEliminarY a quien tanto quisimos.
Que palabras tan sentidas, Pedro. Vive en tu corazón y Zijronó le berajá: Bendita sea su memoria, como decimos los judíos.
ResponderEliminarBesos