La herramienta más eficaz de cualquier monstruo es un descorazonador. Lo usa siempre desde dentro, con lentitud meticulosa, hasta dejar la piel como recubrimiento blando. Por eso hay que descender frecuentemente a los sótanos y vigilar los cimientos, para cerciorarse del estado de la casa.
Pues si, verdaderamente descorazonador, y muy inquietante lo que dices
ResponderEliminarBesos
Desde luego, profesor y también las humedades pueden dañar los cimientos,de nuestras casas.Buena idea la tuya de vigilar de cerca aquello que pasa desapercibido a los
ResponderEliminarojos de los demás.
Salud, amigo Pedro.
Es curioso pero la mayoría de la gente que está " en el camino espiritual" busca la anábasis, pero pocos hacer una catábasis como la que propones, que es tan necesaria. Nadie que no haya descendido a los infiernos más profundos, y luchado con los demonios (o monstruos internos) puede de verdad, elevarse.
ResponderEliminarBesos
bucearse los recovecos del laberinto es reencontrarse con la esencia
ResponderEliminara mí me encanta hacerlo desde nena
besos
Ese descorazonador me sonó como a una especie de aparato, algo así como un destapador, quien logre descorazonar a otros si que es un verdadero monstruo. ¿En la educación actual, cuantos miles de descorazonadores se podrán contar?
ResponderEliminarAbrazos!!!
Introspección
ResponderEliminarConozco a los descorazonadores. Como ellos no tienen...
ResponderEliminarBesos
Y a veces loa sótanos nos llevan directamente a las cloacas.
ResponderEliminarsaludos
Revisar el sótano y las telas de araña, las vigas y las termitas.
ResponderEliminarEs bueno bajar a la oscuridad y comprobar si los cimientos están haciendo grietas en cuyo caso habrá que proceder a llenar con nuevo elemento lo más resistente posible, si está muy resquebrajado debemos dejar al aire las heridas hasta que se sequen. Y así regresar a la superficie, de nuevo, mejores.
ResponderEliminarBesicos.
hay que endurecerse, sin perder la ternura como dijo un argentino que camina por la historia
ResponderEliminarabrazos
Creo que tienes mucha razón.
ResponderEliminarYo tengo que descender al sotano, a ver...
Muchos besos.
O lamentável é que essas criaturas estão fazendo muito zelosamente o seu trabalho...e a conseguir resultados!
ResponderEliminarQuerido Pedro, bom resto de dia
El sacamantecas utiliza ese instrumento tan macabro para vaciarnos por dentro hasta dejarnos transparentes, tan ligeros y finos como el papel de fumar.
ResponderEliminarDe vez en cuando es bueno meterse en las alcanatarillas de uno mismo. Hacer limpieza a fondo, soltar lastre, y salir a la superficie de nuevo, como si se acabara de nacer. Es un ejercicio de humildad por un lado, porque nos recuerda que estamos hechos de materia desechable. Y un ejercicio de valentía, por otro , porque hay que ser valiente para ser capaz de mirarse tal cual uno es.
ResponderEliminarMe ha encantado tu comentario, Pedro. Es de los que te hacen pensar, y eso viene bien.
Ahora se llaman infraestructuras, pero sea como sea la base ha de ser sólida.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo lo hago de manera regular, vigilar los cimientos de todo.
ResponderEliminarUn abrazo