Llega a Valladolid la exposición Vanguardias rusas en la colección del IVAM (Sala municipal de exposiciones del Museo de Pasión, hasta el 10 de marzo), una interesante muestra que permite revisar un momento clave del arte de la primera mitad del siglo XX sin el cual difícilmente comprenderemos lo que sucede en el resto del siglo en esta materia. La exposición es una versión de la montada originalmente en el 2011 con fondos del Instituto Valenciano de Arte Moderno para ser mostrada en el extranjero y cuyo catálogo -de muy recomendable lectura- puede consultarse en este enlace.
Tras la explosión de las vanguardias que, desde finales del siglo XIX, habían creado en toda Europa un nuevo lenguaje artístico que tendía hacia el arte puro, intrascendente y sin compromiso ideológico directo más allá de contrarrestar el establecido orden cultural de la burguesía decimonónica, gobernado por la experimentación continua con las formas y la nuevas técnicas, la sucesión de diferentes acontecimientos históricos -desde la revolución rusa y su posterior internacionalización, hasta la II Guerra mundial pasando por el crack bursatil de 1929, las tensiones sociales, el surgimiento de los fascismos y la Guerra civil española-, hizo que gran parte de los artistas que habían cultivado las vanguardias más radicales las giraran hacia el compromiso ideológico y pusieran sus obras al servicio de una idea o de las directrices oficiales de un movimiento político sin por ello abandonar sus técnicas vanguardistas. Todo lo contrario: profundizaron en ellas.
En contra de lo que se suele opinar, el germen ya estaba en la misma contestación ante las formas establecidas que habían hecho nacer a las vanguardias: la rebeldía formal procedía de una disconformidad con el mundo de aquellos primeros años del siglo XX. Curiosamente, este proceso por el cual, desde la más radical vanguardia, se tomaba partido ideológico sucedió por igual en varias actitudes políticas opuestas entre sí y, singularmente en el socialismo de la Unión Soviética y los movimientos fascistas italiano y alemán -aunque también desde movmientos similares del resto de Europa, incluida España-. Suele decirse que tanto la Rusia de Stalin como la Italia de Mussolini o la Alemania de Hitler rechazaron la vanguardia y la persiguieron. No es cierto. Persiguieron aquellas manifestaciones de vanguardia que no encajaron en los formatos oficiales y que no aceptaron servir a sus intereses, pero estos procedían también del mismo núcleo de la vanguardia.
En contra de lo que se suele opinar, el germen ya estaba en la misma contestación ante las formas establecidas que habían hecho nacer a las vanguardias: la rebeldía formal procedía de una disconformidad con el mundo de aquellos primeros años del siglo XX. Curiosamente, este proceso por el cual, desde la más radical vanguardia, se tomaba partido ideológico sucedió por igual en varias actitudes políticas opuestas entre sí y, singularmente en el socialismo de la Unión Soviética y los movimientos fascistas italiano y alemán -aunque también desde movmientos similares del resto de Europa, incluida España-. Suele decirse que tanto la Rusia de Stalin como la Italia de Mussolini o la Alemania de Hitler rechazaron la vanguardia y la persiguieron. No es cierto. Persiguieron aquellas manifestaciones de vanguardia que no encajaron en los formatos oficiales y que no aceptaron servir a sus intereses, pero estos procedían también del mismo núcleo de la vanguardia.
Lógicamente, por mera cronología de los hechos históricos, fueron los vanguardistas rusos los primeros en enfrentarse a esta necesidad y a ella se sumaron con el entusiasmo revolucionario de los primeros tiempos en los que todavía todo estaba por hacer. El triunfo de la Revolución provocó la necesidad de dar soluciones a una nueva sociedad. El número y los logros de aquellos artistas les llevaron a hallazgos deslumbrantes en el mundo del diseño gráfico, editorial, la cartelería, la arquitectura, la industria, el diseño de interiores y muebles, las artes escenográficas, la estética ideológica que proyectaba un nuevo mundo basado en las consignas oficiales de los partidos o los gobiernos, etc. Para ello, usaron técnicas como el collage y la fotografía o el lenguaje cinematográfico, centrándose en temas que aseguraban con un gran optimismo el advenimiento de un mundo nuevo en el que todo sería mejor y más igualitario, incluida la posición de la mujer o del mundo obrero. No todos los artistas tuvieron el mismo recorrido vital: muchos de ellos no encajaron finalmente en la sangrienta dictadura de Stalin y acabaron acallados, encarcelados o fusilados. Algunos decidieron volver a la pintura como forma de negar la tendencia al uso práctico-oficialista de los diseños artísticos e industriales a traves de los cuales se trasmitía también ideología y retomaron la vanguardia pura como forma de oposición al lenguaje oficial tal y como se había gestado décadas antes. Fueron rechazados, censurados y ninguneados, por supuesto.
Esta exposición nos muestra cómo se gestó esta adecuación de la vanguardia a los mensajes masivos y a las soluciones prácticas del diseño de edificios o diseño técnico. En el fondo, salvo por los avances en la digitalización, crearon las técnicas, los formatos y las técnicas que han predominado hasta hace poco. Muchos de los artistas que se han presentado como más vanguardistas desde mediados del siglo pasado partían de un diálogo intertextual -y, por lo tanto, también ideológico- con los logros de aquella vanguardia.
Esta exposición nos muestra cómo se gestó esta adecuación de la vanguardia a los mensajes masivos y a las soluciones prácticas del diseño de edificios o diseño técnico. En el fondo, salvo por los avances en la digitalización, crearon las técnicas, los formatos y las técnicas que han predominado hasta hace poco. Muchos de los artistas que se han presentado como más vanguardistas desde mediados del siglo pasado partían de un diálogo intertextual -y, por lo tanto, también ideológico- con los logros de aquella vanguardia.
Esta muestra es una forma de volver a todo aquel mundo del que somos herederos. En el fondo, el arte pop y el mundo del diseño basado en la experimentación artística que surge a mediados del siglo XX es un nuevo paso en aquel proceso, pero ya no basado en las mismas ideologías, sino en otra no menos perversa pero más difuminada y aceptada: el consumismo. Sorprenderá a muchos la radical actualidad de las propuestas de los artistas de la exposición.
Sin duda una exposición interesante que me hubiera gustado ver...
ResponderEliminarY gracias por los enlaces, me guardé el catálogo para leerlo en estos días no bien tenga un rato disponible.
ResponderEliminarBesos
Buenas noches, profesor Ojeda:
ResponderEliminarCuriosas coincidencias. Gracias por darnos noticia de esta exposición en el Museo de su Ciudad, en la calle de igual nombre a la de la Kermesse de ‘La Busca’.
Me guardaré el estupendo catálogo, al igual que Myriam.
Dejo unos enlaces de Wikipedia:
Aleksandr-Ródchenko.
Descubrí la poesía de V. Mayakovski, en Memorias de la literatura , del Blog del Señor De la Vega .
Saludos
Muy interesante este artículo acerca de la exposición de la distintas vanguardias.Cada una marca una ideología y un pensamiento.
ResponderEliminarSaludos feliz martes.
Interesantísima exposición, pasó por Barcelona una muestra similar.
ResponderEliminarTodo arte encierra ideología. Besito.
ResponderEliminarCon un poco de suerte podré ir.
saludos
interesante post Pedro
ResponderEliminarde este lado del mapa ni idea del IVAM o de los artistas Rusos
por muchos años todo lo que tenía que ver con ese bloque social-político estuvo vetado
y después quedó el tema pasado de moda y se impone lo de moda
besitos
pd...valga la redundancia
ResponderEliminar;)
He bajado el catálogo y lo leeré con atención. Muchas gracias.
ResponderEliminarUn abrazo
Las influencias exteriores resultaron por tanto acalladas por el enardecimiento oficial.
ResponderEliminarEl catálogo es para iniciados, no conozco mucho de los artistas rusos ni de sus creaciones. La parte gráfica es muy completa, una parte me recuerda bastante a los carteles de la Guerra Civil.
ResponderEliminarMuchas obras se parecen a cosas que se están haciendo ahora por aquí.
Un abrazo. No paramos de aprender contigo.