De pronto te vence el cansancio y te permites un día en el que bajas los brazos. Pero solo un día, que no se debe dar ocasión para que en vez de reparaciones hagan con tu vida un solar.
No pude publicar ayer la entrada habitual correspondiente a la lectura
de las Sonatas de Valle-Inclán.
Lo haré mañana, espero que podáis disculpar el retraso.
Hay que bajar los brazos de vez en cuando. Pequeñas reparaciones pero necesarias. En tu caso, no hay peligro de convertirte en un solar.
ResponderEliminarNo hay nada que disculpar.
Besos, Pedro.
Cuando el cansancio se apodera del cuerpo y de la mente, lo mejor es llenarse de oxígeno y descansar todo el tiempo que se necesite.
ResponderEliminarNada de disculpas.
Un beso.
Es de sabios escuchar la sabiduría del cuerpo que pide a gritos descanso...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
ResponderEliminarPedro, me atrevería a decir que por prescripción facultativa hay que darse un descanso...
ResponderEliminarMira yo, estoy empezando a respirar aire más puro....
Un abrazo fuerte.
Hay arreglos que relucen más que el sol, que te renuevan y te dejan como nuevo.
ResponderEliminarLos brazos sólo merecen la pena ser levantados para abrazar. Besis.
ResponderEliminarBuenas noches, profesor Ojeda:
ResponderEliminarCon unos retoques quedará nuevo.
Nos gusta el edificio.
Reciba nuestro abrazo.
yo descanso después de dormir la siesta los viernes, no con la siesta, sino con sus horas posteriores,relax, pensar en otras cosas, tele, música, letras, lo que sea, da igual, sea cultura o mera basura, las circunstancias de esos momentos de esa parte de la semana lo merece.
ResponderEliminarhay que tomarse no uno sino varios dìas Pedro
ResponderEliminary disfrutar a concho ese solar , pues no siempre se da el cuerpo y las ganas
BEsos
Querido amigo,así mismito me siento desde hace unos días... ni publico ni visito ni me satisface la lectura... en fin... paciencia
ResponderEliminarabrazos para ti y mi deseo de un buen finde
Un par de días, para ver la vida desde otro ángulo.
ResponderEliminarBesos
Ay! Pedro: Otra foto imposible. Seria que te has inspirado, mientras descansabas tendido en esta esqu1na?. Y de pronto te has dado cuenta?
ResponderEliminarNo me hagas caso, estoy de broma.
Me ha gustado tu enfoque. Saludos.
Mientras haya manos expertas y piezas de recambio, bienvenidas sean las reparaciones...
ResponderEliminarYo estoy en fase de brazos caídos y de vez en cuando me permito levantarlos. Hay veces que con un día no es suficiente. Si el cansancio pide que sean varios días en vez de uno, creo que hay que hacerle caso.
ResponderEliminarBesos
Uno debería poder bajar los brazos en total serenidad,no uno sino todos aquellos que hagan falta, a sabiendas de que, habiendo delimitado nuestro espacio, éste se respetará.
ResponderEliminarBesos Pedro.
¿El descanso del guerrero?
ResponderEliminarBesos, Pedro.
Temos que deixar que repousemos um dia de vez em quando...para que tenhamos mais força em prosseguir o objectivo.
ResponderEliminarAntónio Machado é um poeta que muito me agrada.
Bons sonhos, amigo mio.
Solar es esta foto, con ese resplandor que separa la esquina, que abre el rincón.
ResponderEliminarLa holganza es, en ocasiones, necesaria medicina.
ResponderEliminarquizá sea eso amigo que bajé los brazos más de la cuenta...un abrazo
ResponderEliminarPedro, ¿podrías decirme por qué no puedo entrar en tu blog por tu último comentario, como siempre? Pincho en La Acequia y me sale la entrada del 3 de Febrero. Gracias.
ResponderEliminarIsabel.
Hay días que cuesta levantar los brazos, pero hay que levantarlos.
ResponderEliminarUn abrazo
Descuidar las labores de mantenimiento puede tener efectos indeseados.
ResponderEliminarUn saludo
ISABEL: no sé a qué se debe esto, quizá sea un error de Blogger, porque yo no he cambiado nada. ¿Le sucede a alguien más? Espero que sea algo pasajero.
ResponderEliminarGracias por preocuparte por mí en tu anterior comentario. Un beso.
en el descanso encuentro poesía, la mayoría de las veces...
ResponderEliminarun saludo Pedro
a veces pasa, Pedro, y es que el cuerpo es más sabio que nuestra propia razón y es él quien se encarga de decir, Hasta aquí hemos llegado y luego ya se verá.
ResponderEliminarbqñs,
Pues sigo igual. Tengo que hacer cuarenta cosas para poder entrar en tu último comentario. Debe ser mi ordenador. Un beso y gracias por contestarme. Isabel.
ResponderEliminarSi bajar los brazos es para romper rutinas, más bien deberiamos hablar de victoria, o casi...
ResponderEliminarUn buen libro... extremoduro y palante.... Besos Pedro
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