De niño me lavaba, recién levantado, con la torpeza propia de quien aun vive en el sueño y no es consciente de que la realidad le va a ir mordiendo la cara a bocados, con la alegría de quien no mide el tiempo ni las arrugas y descubre su rostro cada mañana: el anuncio jovial de la vida. Hoy no me reconozco en el espejo porque me he olvidado y refresco mi piel con agua fría para descubrir en él alguna huella de quien quise ser cuando la casa entera olía a ropa recién planchada.
si te fijas en el de la pupila allí está ese niño siempre vivo:)
ResponderEliminarbesitos profe
Curioso: el blanco chisporroteante se me hace el mapa de España.
ResponderEliminarNo te reconoces porque no te miras a los ojos. En su profundidad está tu alma y todos lso recuerdos.
ResponderEliminarNo me extraña que no te reconozcas, porque si el lavabo de tu casa tiene esos efectos especiales discotequeros que aparecen en el vídeo tienes que acabar con los ojos haciéndote chiribitas y medio mareado.
ResponderEliminarBesos
En la infancia no se mide el tiempo ni lo que vendrá, creo que es la etapa más feliz del ser humano, ahora en la madurez, uno se va dando cuenta de lo que hemos ido dejando atrás, y valoramos lo corta que es la vida.
ResponderEliminarUn beso.
El niño está, simplemente espera el momento de ser reencontrado.
ResponderEliminarBesos Pedro.
No sos más joven ni un anciano,la edad es solo un dato,sos tan joven como el niño que vive en ti.Besos.
ResponderEliminarGracias Pedro por esta colección de aguas humildes, sin grandes cascadas ni profundidades marinas. Aguas infantiles, reflejos de niñez, sin simas abisales donde la luz no llega.
ResponderEliminarAgua corriente y a veces moliente, bien escaso pero inagotable, sonido sedante de la sierra hasta la vega.
El agua es la vida en su ciclo permanente. ¿como podríamos sin ella, nadar contracorriente?
A mí al igual que MYRIAM, me ha intrigado ese desagüe con la forma del mapa de España en el "background". ¡Qué rico el olor a ropa recién planchada! Besotes de una que tampoco se reconoce en el espejo, M.
ResponderEliminarLo que vemos en el agua es infinito, con el ruido de fondo y la espiral, nos succionamos y llegamos a la infancia y nos mojamos refrescándonos la memoria, el espejo tiene sus días, es muy suyo, nítido o empañado, depende.
ResponderEliminarNo puedo yo, evadirme del agua, la mía siempre es salada y marina, esa es mi agua desde que me mojaba los pies diminutos en la orilla, aún estoy con yodos en la memoria, siempre.
Seguro que esa huella existe, seguro que en las pupilas, en la piel quedan rastros de ese niño, aunque su idea del mundo haya cambiado tanto como les ha cambiado a los demás.
ResponderEliminar¡Cómo se recuerda la infancia cuando llega el domingo!
Meu bom amigo, creio que terás querido sempre ensinar, porque a tua paixão nota-se!
ResponderEliminarUm excelente domingo, Pedro.
Ni el agua ni nosotros somos hoy tan puros.
ResponderEliminarAlgún día descenderemos, mezclados con el agua, por el sumidero.
ResponderEliminarEl tiempo pasa y no es en balde... Pero el agua fresca de las mañanas nos ofrece nuevas oportunidades... Buen domingo Pedro
ResponderEliminarEstás haciendo un recorrido precioso, tierno, melancólico. Y muy poético.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Espejos...Al principio ni caso, luego los buscamos.. y al final los evitaremos..
ResponderEliminarBesos, sin espejismos, para tí, para tod@s
muy tierno, Pedro, rememorar tu niñez.
ResponderEliminarbiquiños,
una parte de ti se quedó ahí, nos pasó a todos.
ResponderEliminarPues como Myriam y Merche, yo también veo el mapa de España... ¡vaya imaginación que tenemos las tres! jajaja
ResponderEliminary ¿sabes? yo tampoco me reconozco... por eso llamé a mi 'proyecto de libro' "divergencias en el espejo"
dos abrazos y buena semana, amigo
Nos lavamos la cara con la esperanza de que el agua fría nos despierte. Mi hijo en cambio se lava la cara con la punta de los índices. No necesita agua fría para nada. Él, cuando se despierta, ya está despierto.
ResponderEliminar(Fantástica la edición del video, y el sonido, como siempre, una gozada)
Quizá lo único que importe es que sigamos aún sintiendo ese agua correr por nuestros cuerpos al despertar.
ResponderEliminarBesos, Pedro.
El agua, tesoro líquido que tan poco sabemos valorar, y que, nos da la vida incluso antes de nacer. Nos refleja y nos nutre, nos despierta y nos arrulla... Alma indiscutible de cada uno de nuestros pasos.
ResponderEliminarSaludos
Este proyecto que denominas agua y que me recuerda constantemente al vocablo vida, es tan sugerente que necesito no solo degustarlo, sino volver a verlo en toda su extensión para poder digerir con calma su contenido.
ResponderEliminarUn abrazo
Cada día un autoretrato en el espejo después de quitarnos las legañas.
ResponderEliminarA mí me sobran los efectos de edición.
El sonido es extraordinario.
De nuevo, estoy con jg Riobo, (sera que es el ultimo y por vageza no he leido a otros, disculpen), ja.
ResponderEliminarPero, si...Es mas, con permiso de Riobo, añadiria que el sonido es extraordinariamente estresante, por lo que conllevan los siguientes pasos matutinos.
Saludos.
Jesus