sábado, 30 de agosto de 2008

La identidad del hueco.


Cuando a uno lo descorazonan por dentro como a los cuerpos de mis edificios vaciados, qué difícil es volver a llenar cada una de las habitaciones de aquellos ecos, susurros, caricias y gestos. A veces, el hueco que llevamos dentro dice más de nosotros que todas las entrañas, aunque las exhibamos al sol del mediodía. Así andamos, entre ruinas y apariencias. Lo demás, son espejismos.

30 comentarios:

  1. Hola, niño, aún tengo a medias el capítulo, aunque me leí todos los enlaces.

    Post un poco pesimista? yo a veces me siento como una lagartija destripada al sol, cosas raras.

    Besos y feliz sábado, guapo

    ResponderEliminar
  2. Que pena, que dramática pena cuando el vacio de la desilusión se come tu esperanza, y la nada se apodera de ti...

    ¿Hay medicina para esto? Me gustaria saberlo. Porque la voluntad tambien se cansa...

    Un saludo, Pedro.

    ResponderEliminar
  3. Pedro ¡arriba ese ánimo! Aunque los pisos, los cuartos estén vacios, siempre se pueden llenar de nuevo... Besotes, M.

    ResponderEliminar
  4. Es difícil "rellenar" lo vaciado, casi imposible darle impronta a lo que se extrajo y se destruyó... no creo en las reconstrucciones ficticias.saludos

    ResponderEliminar
  5. así nos quedamos
    mirando y mirando
    llenando los ojitos de salados recuerdos , nos enrollamos en el ombligo y hacemos círculos con los pasos , buscando el lugar en donde nos acomodabamos y nos podíamos sentir en casa y seguros
    así nos quedamos
    mirando y tratando de reconocer
    espacios de instantes vivídos
    espacios de amores pasados
    espacios en que el pálpito inunda nuestra cabeza...

    muakismuakis

    ResponderEliminar
  6. El hueco que describes es como la palma de la mano. Los surcos que se dibujan son las huellas de nuestra vida. No se pueden ocultar a nadie.

    ResponderEliminar
  7. No me veo con las tripas al hombro...

    ResponderEliminar
  8. Yo no veo nunca huecos vacíos, siempre hay con que rellenarlos, sobre todo se rellenan con sueños y sobre todo con mucha ilusión y con la ilusión de los demás.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  9. Las habitaciones vacías no pueden volver a llenarse, sólo podemos esforzarnos en construir otras nuevas, y muchas veces, esas habitaciones acabadas de llenar sólo son una cortina para ocultar las vacías que nos agrietan el alma.
    Estas entradas tuyas me dejan hecha polvo. A ver si nos animamos... claro que ahora se acerca el otoño con sus hojas secas y conociéndote...

    ResponderEliminar
  10. ¡Que foto más curiosa! Llevo un buen rato observándola y no me cuadra algo. A ver, explícame cómo leches van a construir un edificio en ese solar si tiene justo atrás unas ventanas que si no me equivoco son de otro edificio ¿no?
    ¿Hay una calle atrás que separa el edificio del solar? Parece que no.
    Y un edificio se vá a construir ahí porque los muros de contención ya están hormigonados por lo que se vé...
    Si no hay calle que separe el edificio del solar, pobre gente la que viva ahí.
    No me entero.

    ResponderEliminar
  11. Siempre es dificil llenar los huecos que se van dejando en el camino, pero la tierra hace el trabajo sucio.

    ResponderEliminar
  12. Há ocos que nunca conseguimos encher, desgraçadamente...
    Feliz semana, Pedro meu.

    ResponderEliminar
  13. DIANNA: cosas raras. Las lagartijas destripadas al sol, al menos exhiben sus escamas. Besos.

    CORNELIVS: a veces el sentimiento de hueco es muy superior a la voluntad. Saludos.

    MERCHE: ¡buen hormigón, entonces! Besos.

    MANUEL: en efecto, ésas que imitan hasta el sonido exacto de aquellas canciones... Saludos.

    LICHAZUL: espacios sin espacio, en el fondo. Besos.

    BIPOLAR: como los anillos de un árbol. Las tripas puedes llevarlas en un bolsito de diseño: los venden al efecto.

    R.A.RIVEIRO: pues a llenarlos. Saludos.

    EUPHORBIA: ¡ah, el otoño! Ya huele a otoño, en efecto.

    DESPLAZADOS: las ventanas son del propio edificio que no existe. Tiraron las dos paredes laterales y la frontal (que estaba protegida, como la trasera que es la que aparece en la fotografía) la desmontaron. De ahí el efecto, que también me llamó la atención.

    SANDRA: ni siquiera la tierra: el polvo que el viento levanta.

    SAO: jamás, por desgracia. Feliz semana también para ti, querida amiga.

    Gracias a todos por los comentarios.

    ResponderEliminar
  14. Esto es como querer vaciarnos de recuerdos y vivencias porque pesan ya demasiado en uno mismo y hay que descargarlas para poder seguir viviendo, eso sí no se puede permanecer vacío y hay que hacer por intentar llenar ese espacio de nuevo de buenas experiencias en la vida.

    Un beso

    ResponderEliminar
  15. Debemos de llenar ese hueco con mucho amor y esperanzaz..
    No nos dejemos llevar por la pena y la desolación, lo que fue.. Fue..
    lo mejor llegara tarde o temprano..
    No dejemos de creer..

    TE DEJO ABRAZOS.

    ResponderEliminar
  16. Pedro... ¿pero qué vamos a hacer contigo?... sigues un "poco" depre, pesimista, melancólico o como quieras llamarle...

    tienes que pensar que ese hueco puedes llenarlo con lo que quieras.... y habrá más susurros, más caricias, más gestos... sin duda...

    te envío el primer susurro ahora:

    "Pedro, no estés triste, por favor. Anda, haz un esfuerzo y ya verás como poco a poco tu ánimo mejora. Te acompañaré en el camino. Sí"

    bicos,
    Aldabra

    p.d.: no es mucho pero por algo se empieza, ya sabes que te deseo lo mejor.

    ResponderEliminar
  17. Entretanto, os ecos pessoais são mais difíceis de ouvir.

    ResponderEliminar
  18. ESTHER: lo malo es cuando nos los arrancan. Un beso.

    PIER: o no, pero hay que conservar la casa en pie. Abrazos.

    ALDABRA: gracias por el susurro: lo pongo como primera piedra. Besos.

    MAGUI: es verdad. Tanto...

    ResponderEliminar
  19. ¿Y esas ventanas de la foto van a quedar tapiadas cuando construyan el nuevo edificio?

    Bueno, esperemos que el hueco se llene de algo bueno pronto. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  20. Había pensado en una sencilla bolsa de plástico de cualquier carnicería... por si esculla

    ResponderEliminar
  21. Pedro:

    En la vida tienes pérdidas y ganancias. Justamente, en el dinamismo vital la estabilidad no existe.
    Si enfocas exclusivamente las pérdidas, eclipsas lo que tienes (además de las pérdidas) ;-)

    Saludos.

    Antón.

    ResponderEliminar
  22. Vacío o vaciado.
    Lo que está vacío, tal vez es porque nunca se llenó.
    Peor es sentirse vaciado porque se estuvo lleno y uno se ha ido quedando vacío.
    Entonces duele el hueco,
    duele el abismo,
    y uno busca llenarse
    porque el vacío ahoga.
    Pero a veces es imposible llenar lo que estuvo lleno y ha quedado vaciado porque ya no está aquello con que se puede llenar.
    Tal vez habrá que buscar otro hueco para rellenar por otros ingredientes.
    No sé.
    Aunque vaciarse a veces llena.
    Siempre que uno se vacía y sabe dónde va la energía de la que se despojó.
    Pero cuando el vacío es consecuencia de haber peleado y de haberse entregado...
    cuando esa energía no se rellena, el motor se quema
    Y no sé si habrá que cambiar de coche.
    No sé.
    Ese vacío que deja...

    ResponderEliminar
  23. AMELCHE: serán la fachada posterior del nuevo edificio, ahora bailan en el aire, asombradas de su verticalidad.

    BIPOLAR: ...por si esculla... en efecto.

    ANTÓN: a veces sólo se puede ir hacia adelante con la carcasa. Saludos.

    PILAR: por eso, a mis edificios los han vaciado. En estos casos, es imposible cambiar de coche. O de motor.

    ResponderEliminar
  24. El vacío interior hay que procurar no mantenerlo demasiado tiempo para que no se llene de basura o lo acaben colonizando elementos extraños. Yo tengo una terapia que me da buenos resultados: mirarme en el espejo cuantas veces ea necesario y sonreírme. A veces, si no lo consigo, me saco la lengua, y entonces lo que sale es una carcajada.
    La cuestión es no dejarse derrotar nunca.
    Un besazo y muchos mimos.

    ResponderEliminar
  25. ISABEL H.: eso está bien. Saquémonos todos la lengua en el espejo: al menos, llenaremos de ecos de risa el vacío que llevamos. Un beso.

    ResponderEliminar
  26. Hay una " Solea " de mi tierra que dice así.
    La vida es una condena
    El mundo no tiene sol
    Cuando se tiene una pena
    Metida en el corazón.

    Tengo una pena escontida
    La canto porque me ahoga
    La pena es compartida
    Si se canta en una copla

    Ya viene el día
    Que no se note la pena mia

    Ya sabes, la sabiduría popular

    Besos

    ResponderEliminar
  27. Dejemos que el vacío reivindique su existencia. Si está hay es por algo y forma parte de nuestra vida, nos guste o no.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  28. CARMEN: la sabiduría popular siempre ha dado con las claves de las cosas antes. Besos.

    JUAN LUIS: eso es: en gran medida, nos hace. Saludos.

    ResponderEliminar
  29. Llega un momento que nuestro edificio interior y la cáscara que lo envuelve empieza a tener ese aspecto tan bello de ruina.

    ResponderEliminar
  30. JAVIER: al menos, seamos una ruina lo más atractiva posible.

    ResponderEliminar

Un ataque masivo de spam me ha obligado a anular la posibilidad de comentarios anónimos en contra de lo que siempre ha ocurrido en La Acequia. En cuanto pueda solucionarlo, volverá a ser posible comentar de forma anónima.