Cuando a uno lo descorazonan por dentro como a los cuerpos de mis edificios vaciados, qué difícil es volver a llenar cada una de las habitaciones de aquellos ecos, susurros, caricias y gestos. A veces, el hueco que llevamos dentro dice más de nosotros que todas las entrañas, aunque las exhibamos al sol del mediodía. Así andamos, entre ruinas y apariencias. Lo demás, son espejismos.
Hola, niño, aún tengo a medias el capítulo, aunque me leí todos los enlaces.
ResponderEliminarPost un poco pesimista? yo a veces me siento como una lagartija destripada al sol, cosas raras.
Besos y feliz sábado, guapo
Que pena, que dramática pena cuando el vacio de la desilusión se come tu esperanza, y la nada se apodera de ti...
ResponderEliminar¿Hay medicina para esto? Me gustaria saberlo. Porque la voluntad tambien se cansa...
Un saludo, Pedro.
Pedro ¡arriba ese ánimo! Aunque los pisos, los cuartos estén vacios, siempre se pueden llenar de nuevo... Besotes, M.
ResponderEliminarEs difícil "rellenar" lo vaciado, casi imposible darle impronta a lo que se extrajo y se destruyó... no creo en las reconstrucciones ficticias.saludos
ResponderEliminarasí nos quedamos
ResponderEliminarmirando y mirando
llenando los ojitos de salados recuerdos , nos enrollamos en el ombligo y hacemos círculos con los pasos , buscando el lugar en donde nos acomodabamos y nos podíamos sentir en casa y seguros
así nos quedamos
mirando y tratando de reconocer
espacios de instantes vivídos
espacios de amores pasados
espacios en que el pálpito inunda nuestra cabeza...
muakismuakis
El hueco que describes es como la palma de la mano. Los surcos que se dibujan son las huellas de nuestra vida. No se pueden ocultar a nadie.
ResponderEliminarNo me veo con las tripas al hombro...
ResponderEliminarYo no veo nunca huecos vacíos, siempre hay con que rellenarlos, sobre todo se rellenan con sueños y sobre todo con mucha ilusión y con la ilusión de los demás.
ResponderEliminarSaludos.
Las habitaciones vacías no pueden volver a llenarse, sólo podemos esforzarnos en construir otras nuevas, y muchas veces, esas habitaciones acabadas de llenar sólo son una cortina para ocultar las vacías que nos agrietan el alma.
ResponderEliminarEstas entradas tuyas me dejan hecha polvo. A ver si nos animamos... claro que ahora se acerca el otoño con sus hojas secas y conociéndote...
¡Que foto más curiosa! Llevo un buen rato observándola y no me cuadra algo. A ver, explícame cómo leches van a construir un edificio en ese solar si tiene justo atrás unas ventanas que si no me equivoco son de otro edificio ¿no?
ResponderEliminar¿Hay una calle atrás que separa el edificio del solar? Parece que no.
Y un edificio se vá a construir ahí porque los muros de contención ya están hormigonados por lo que se vé...
Si no hay calle que separe el edificio del solar, pobre gente la que viva ahí.
No me entero.
Siempre es dificil llenar los huecos que se van dejando en el camino, pero la tierra hace el trabajo sucio.
ResponderEliminarHá ocos que nunca conseguimos encher, desgraçadamente...
ResponderEliminarFeliz semana, Pedro meu.
DIANNA: cosas raras. Las lagartijas destripadas al sol, al menos exhiben sus escamas. Besos.
ResponderEliminarCORNELIVS: a veces el sentimiento de hueco es muy superior a la voluntad. Saludos.
MERCHE: ¡buen hormigón, entonces! Besos.
MANUEL: en efecto, ésas que imitan hasta el sonido exacto de aquellas canciones... Saludos.
LICHAZUL: espacios sin espacio, en el fondo. Besos.
BIPOLAR: como los anillos de un árbol. Las tripas puedes llevarlas en un bolsito de diseño: los venden al efecto.
R.A.RIVEIRO: pues a llenarlos. Saludos.
EUPHORBIA: ¡ah, el otoño! Ya huele a otoño, en efecto.
DESPLAZADOS: las ventanas son del propio edificio que no existe. Tiraron las dos paredes laterales y la frontal (que estaba protegida, como la trasera que es la que aparece en la fotografía) la desmontaron. De ahí el efecto, que también me llamó la atención.
SANDRA: ni siquiera la tierra: el polvo que el viento levanta.
SAO: jamás, por desgracia. Feliz semana también para ti, querida amiga.
Gracias a todos por los comentarios.
Esto es como querer vaciarnos de recuerdos y vivencias porque pesan ya demasiado en uno mismo y hay que descargarlas para poder seguir viviendo, eso sí no se puede permanecer vacío y hay que hacer por intentar llenar ese espacio de nuevo de buenas experiencias en la vida.
ResponderEliminarUn beso
Debemos de llenar ese hueco con mucho amor y esperanzaz..
ResponderEliminarNo nos dejemos llevar por la pena y la desolación, lo que fue.. Fue..
lo mejor llegara tarde o temprano..
No dejemos de creer..
TE DEJO ABRAZOS.
Pedro... ¿pero qué vamos a hacer contigo?... sigues un "poco" depre, pesimista, melancólico o como quieras llamarle...
ResponderEliminartienes que pensar que ese hueco puedes llenarlo con lo que quieras.... y habrá más susurros, más caricias, más gestos... sin duda...
te envío el primer susurro ahora:
"Pedro, no estés triste, por favor. Anda, haz un esfuerzo y ya verás como poco a poco tu ánimo mejora. Te acompañaré en el camino. Sí"
bicos,
Aldabra
p.d.: no es mucho pero por algo se empieza, ya sabes que te deseo lo mejor.
Entretanto, os ecos pessoais são mais difíceis de ouvir.
ResponderEliminarESTHER: lo malo es cuando nos los arrancan. Un beso.
ResponderEliminarPIER: o no, pero hay que conservar la casa en pie. Abrazos.
ALDABRA: gracias por el susurro: lo pongo como primera piedra. Besos.
MAGUI: es verdad. Tanto...
¿Y esas ventanas de la foto van a quedar tapiadas cuando construyan el nuevo edificio?
ResponderEliminarBueno, esperemos que el hueco se llene de algo bueno pronto. Un abrazo.
Había pensado en una sencilla bolsa de plástico de cualquier carnicería... por si esculla
ResponderEliminarPedro:
ResponderEliminarEn la vida tienes pérdidas y ganancias. Justamente, en el dinamismo vital la estabilidad no existe.
Si enfocas exclusivamente las pérdidas, eclipsas lo que tienes (además de las pérdidas) ;-)
Saludos.
Antón.
Vacío o vaciado.
ResponderEliminarLo que está vacío, tal vez es porque nunca se llenó.
Peor es sentirse vaciado porque se estuvo lleno y uno se ha ido quedando vacío.
Entonces duele el hueco,
duele el abismo,
y uno busca llenarse
porque el vacío ahoga.
Pero a veces es imposible llenar lo que estuvo lleno y ha quedado vaciado porque ya no está aquello con que se puede llenar.
Tal vez habrá que buscar otro hueco para rellenar por otros ingredientes.
No sé.
Aunque vaciarse a veces llena.
Siempre que uno se vacía y sabe dónde va la energía de la que se despojó.
Pero cuando el vacío es consecuencia de haber peleado y de haberse entregado...
cuando esa energía no se rellena, el motor se quema
Y no sé si habrá que cambiar de coche.
No sé.
Ese vacío que deja...
AMELCHE: serán la fachada posterior del nuevo edificio, ahora bailan en el aire, asombradas de su verticalidad.
ResponderEliminarBIPOLAR: ...por si esculla... en efecto.
ANTÓN: a veces sólo se puede ir hacia adelante con la carcasa. Saludos.
PILAR: por eso, a mis edificios los han vaciado. En estos casos, es imposible cambiar de coche. O de motor.
El vacío interior hay que procurar no mantenerlo demasiado tiempo para que no se llene de basura o lo acaben colonizando elementos extraños. Yo tengo una terapia que me da buenos resultados: mirarme en el espejo cuantas veces ea necesario y sonreírme. A veces, si no lo consigo, me saco la lengua, y entonces lo que sale es una carcajada.
ResponderEliminarLa cuestión es no dejarse derrotar nunca.
Un besazo y muchos mimos.
ISABEL H.: eso está bien. Saquémonos todos la lengua en el espejo: al menos, llenaremos de ecos de risa el vacío que llevamos. Un beso.
ResponderEliminarHay una " Solea " de mi tierra que dice así.
ResponderEliminarLa vida es una condena
El mundo no tiene sol
Cuando se tiene una pena
Metida en el corazón.
Tengo una pena escontida
La canto porque me ahoga
La pena es compartida
Si se canta en una copla
Ya viene el día
Que no se note la pena mia
Ya sabes, la sabiduría popular
Besos
Dejemos que el vacío reivindique su existencia. Si está hay es por algo y forma parte de nuestra vida, nos guste o no.
ResponderEliminarSaludos.
CARMEN: la sabiduría popular siempre ha dado con las claves de las cosas antes. Besos.
ResponderEliminarJUAN LUIS: eso es: en gran medida, nos hace. Saludos.
Llega un momento que nuestro edificio interior y la cáscara que lo envuelve empieza a tener ese aspecto tan bello de ruina.
ResponderEliminarJAVIER: al menos, seamos una ruina lo más atractiva posible.
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