Yo no tengo rostro. Hoy, al regresar de unos días de descanso que se han convertido en más fatiga y agobio de los que llevaba, no he visto nada en los espejos: ni en el portal, ni en el ascensor, ni en los de mi propia casa. No tengo rostro. No sé si alguna vez lo tuve y lo he perdido o, simplemente, he sido consciente hoy de que no lo tengo. Al recorrer las calles, un minuto antes, me di cuenta, de pronto, como en una iluminación, de que nadie lo tenía: sólo eran volúmenes andando revestidos por cosas que pensaban darles identidad. Creía sufrir una alucinación por la que nadie era nadie sino todos, por la que nadie actuaba por sí mismo sino por directrices emanadas. Me pensé loco y conspiranoico, me pensé clarividente: había conseguido, al fin, la verdadera mirada por la que podía ver la oculta realidad del mundo según cuyo código cifrado el individuo ha sido extinguido hace tanto tiempo que ya apenas hay recuerdo suyo. Quizá, alguna sombra fugaz, de aquellas lejanas, tendrían rostro aunque yo no se lo viera: somos pocos, pensaba.
Pero ahora me miro con fijeza en el espejo de mi cuarto de baño y no consigo ver mi rostro.
Me has recordado muchas cosas...
ResponderEliminarLa película "El paciente inglés", lo importante que es nuestro rostro, porque queramos o no es lo que más nos identifica a nosotros mismos y hace que los demás también lo hagan.
He estado en Bilbao en el Gughegeim en la exposición de Juan Muñoz, habla de eso en alguna escultura, de nuestras máscaras, de nuestro rostro al mirarnos en un espejo...
cuando uno está cansado es difícil verse, reconocerse, identificarse.
A veces hay que mirar afuera, hay que mirar al otro para poder vernos a nosotros mismos.
Ttanto querer mirarnos nos borramos muchas veces.
Espero que descanses, y ya ha empezado junio, que es un mes de exámenes, de final de curso.
Qué duermas bien, ¡hasta mañana!
Hoy no sé muy bien como interpretarte, Pedro. Para empezar, me he levantado, he ido al baño a mirarme en el espejo, yo sigo teniendo rostro, con mis ojeras de insomne y unas pocas arruguillas incipientes que la crema de noche, que me prometieron milagrosa, no consiguen borrar. ¡Malditos mentirosos!
ResponderEliminarVoy a hacer ver que entiendo que hablas de la moda, de la anulación debida a la uniformidad en el vestir. El viernes acompañé a mi madre al ambulatorio y por el camino me fijé en diferentes grupos de quinceañeras que se dirigían a un colegio próximo. Me llamó la atención lo iguales que eran todas, con sus pantalones negros, su camiseta negra ajustada, el pelo suelto y una mochila de colores vivos medio caída en la espalda. Por detrás eran todas iguales pero por delante no sé, porque si tenían rostro no se los vi.
Un beso extraviado.
Alguna que otra vez nos hemos sentido sin rumbo y hemos tenido que pararnos y recapacitar la dirección que vamos a tomar.
ResponderEliminarHaz un Stop en tu vida, piensa hacia donde quieres ir y dirígete hacia allí.
Un beso y descansa.
De seguro posees una esencia
ResponderEliminarmaravillosa... Busca aquello, no
necesitas ver más... no necesitas
de un rostro para saberte, para
ser, para existir...
Un fortísimo abrazo.
Tienes rostro, tienes rostro además muy bello. Lástima que, al final, no hayas descansado... necesitas unas buenas vacaciones, querido. Desconectar totalmente de todo y de todos. Besotes, M.
ResponderEliminarPedro ¿qué has fumado el fin de semana?.Es broma, solo quería poner una nota de humor. Cuídate. Besos Isabel.
ResponderEliminarNo hombre, no. ¡Cómo vamos a ser gente sin rostro! Lo que pasa es que la tarde del domingo le vuelve a uno un poco extranjero. Hasta de si mismo. Y de pronto somos todos chinos, de rostros idénticos, intercambiables, y por lo tanto nulos, inexistentes.
ResponderEliminarNos han querido convencer de que cada uno de nosotros es único en su especie. Qué soledad ¡y qué esterilidad! Por eso no es malo volverse extranjero de vez en cuando. Para ver lo que tenemos en común, aunque sea un cierto vacío, pero un cierto vacío es mejor que nada.
Yo no sé que decir, me has dejado pasmada!!
ResponderEliminarPedro, te limpiaste las gafas?
Es serio lo que te pasa?
Yo que de psicología , poco sé.
Quizás piensas que te estás transformando en el hombre invisible??
Pues nonono , nosotros te vemos, o algo así, en tus fotos y como dice Merche , muy guapetón ;)
Venía a decirte que hice una entrada sobre el hidalgo que nos ocupa (ya sé que siempre me adelanto, pero a ver si así se pican ).
Y ahora... donde te doy los besos si no tienes cara?? ehh, ehh!!
Que marrón, hijo mío!!
Bueno, te besare la mano, como a un papa de esos o a una damisela (joer).
Besamanos para ti^^
yo a veces tambien tengo este sentimiento, en el metro, sentada, observo a los demás, cada uno con su interior de cualquier manera, como yo y me pregunto...?
ResponderEliminarsi reconoczco ese andar...el de andar sin rostro...es mas como estar ciego o ausente,,que se yo tantas sensaciones que ya ni se sabe...muchas veces me mire al espejo y no reconoci quien era yo...pero despues despues uno de a poco comienza a reconocerce a asomarse de nuevo al mundo...con rostro claro....
ResponderEliminaruna cosa aparte os dire....dices que no tienes rostro...mas bien yo diria que te duele la cara.......de ser tan hermoso.
un besin!
Cómo que no tienes rostro?, por supuesto que sí.... piensa en ese "algo" que no te deja verlo!!!
ResponderEliminarPermíteme no estar de acuerdo contigo.
Escucha,abre bien los ojos y tu mente:
Desde que el mundo es mundo, no ha habido nadie que haya VIVIDO, que haya SENTIDO, que haya PENSADO, las mismas cosas que "TÚ".
NUNCA, ha habido nadie igualito a tí, y es más.... NUNCA, NUNCA, NUNCA,habrá otro igual...... porque todos tenemos rostro, y todos absolutamente todos, somos únicos e irrepetibles.....
Mírate en el espejo de la vida, y verás como con un poco de empeño, TE VES.,no son tus ojos,el cristal se ha empañado,"abre bien la puerta", de par en par......
ÁNIMO!!!!
Rosa C.
PILAR: Qué buena reflexión y qué oportunas referencias. Me gusta la de El paciente inglés. BEsos.
ResponderEliminarEUPHORBIA: ¡A esas horas y con rostro! Eso tiene mérito. Besos.
DESPLAZADOS: el problema es que el sin-rostro siempre viaja conmigo. Besos.
PATRICIA: gracias por tus consejos. Un abrazo.
MERCHE: creo que tienes razón, mucha razón. Besos.
ISABEL: será eso, que el humo no me deja verme... Besos.
XUANRATA: y los chinos nos creen todos europeos sin rasgos. En efecto: en este caso el vacío es mejor que no-forma.
DIANNA: ¡voy a verla, que no he podido! Esta tarde me pongo rostro, lo prometo, para recibir tus besos.
ENCARNA: sentarse a ver es la mejor forma de comprenderse.
SAUVIGNONA: ¡gracias, probaré a mirarme de nuevo! Besos.
ROSA C.: me aplico tus palabras como un maquillaje reparador. Gracias.
Un abrazo a todos y gracias por vuestras palabras.
Tu ya tienes cara??!! te la lleno besos, ea!!
ResponderEliminarPero a mi no me deja entrar en mi blog... :((
No sé que puñetas le pasa a esto, el firefox no me conecta y el explorer se me atasca todo.
Me estoy planteando seriamente arreglar el pc a "la antigua", osease, darle dos patadas :)))
Pedro, me alegro que te haya gustado la entrada del Quijote que hice, me siento muy halagada.
Pon los morrros que te doy un pikito jajaaja.
Soy yo, sí, Dianna-Silvia^^
Sería el estado ideal, no tener rostro, no tener individualidad, para esta sociedad del consumo en la cual somos meros números que ganan tanto para gastar.
ResponderEliminarpues vaya, los días de asueto se convierten en una condena y te dejan sin rostro. Espero que hoy lunes ya lo hayas recuperado. Un abrazo.
ResponderEliminarEstá claro que no puedes tomarte dias de descanso y abandonarnos, je, je..Yo si que veo tu rostro en todo lo que escribes, y opino que es muy especial y nada convencional, a veces un poco triste y complicado, pero interesante al 100%.
ResponderEliminarNo sabemos cómo, pero nuestro paseante ha conseguido infiltrarse en la sala de máquinas de los que manejan el mundo y los que por él pululan, sólo para descubrir que los de su especie han sucumbido al cataclismo del pensamiento único, la uniformidad y la fe ciega en el abanderado. pancho
ResponderEliminarBueno, yo tengo rostro pero no me lo miro mucho, la verdad, digamos que miro al espejo sin verme, mi única preocupación es pegarme bien a la cabeza los cuatro pelos que tengo y ver que las patillas están equilibradas, lo demás, verme, verme, pues hombre, como que no mucho...
ResponderEliminarsin rostro?
ResponderEliminardonde se mirará nuestro alma (masculino)
DIANNA: voy recobrando el rostro. Blogger hoy está fatal, en efecto. Pongo los morros.
ResponderEliminarJAVIER: y que no soporta la individualidad.
FERNANDO: los lunes mi rostro está para no mirarlo mucho. Un abrazo.
TAREIXA: gracias, así da gusto.
PANCHO: y, además, lo hacen con sumo placer.
DEME: pues habrá que fijarse.
CUENTOSBRUJOS: ¿nuestro alma?
Tan en autómatas de la vida nos hemos convertido que no nos distinguimos de los demas, somos meros bultos que deambulan son ritmo y rumbo fijo... será esto la hegemonía de la impersonalidad???
ResponderEliminarbuena semana...abrazos
Yo es que ya, directamente, ni me miro al espejo. (Tipo vampiro.) Así que, ya no sé si tengo rostro o no. :-)
ResponderEliminarMANUEL: ya no es hegemonía, es casi totalidad. Feliz semana también para ti.
ResponderEliminarAMELCHE: pues mírate mañana de refilón...
Todo esto enlazado da para el argumento del famoso best seller. Buenísimo por cierto
ResponderEliminarMe pondré a ello, BIPOLAR.
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