Estos días andan los pavos reales exaltados en el Campo Grande. Se exhiben como estrategia. Con elegancia caminan de un lado a otro, se suben a los árboles, a los tejadillos de las edificaciones, muestran sus colores en el pequeño escenario de la Pérgola. Azul cobalto los machos, verde metálico las hembras. Ambos maúllan buscándose o advirtiendo a otros, mientras ellos abren el abanico de su cola para el asombro de los visitantes. Andan los pavos reales del Campo Grande exaltados y elegantes, saltando de un vuelo corto y torpe hacia las ramas más bajas. A finales del verano, perderán las plumas de la cola y estarán un tiempo desnortados y ciegos, como queriendo que no se les mire, pero eso ahora lo ignoran. Es todo presente en la vida de un pavo real en mayo.
- Se pavonea.
- Ya se le caerán las plumas.
- ¿Habla usted del pavo?
- También.
- Pero mire qué elegancia mientras tanto.
Me encantan los pavos reales. Tan bellos y elegantes.
ResponderEliminarQue tengas un feliz domingo.
Un abrazo.
A partir de hoy, y alegremente, las calles se llenaran de pavos.
ResponderEliminar¡Tremendo, tremendo!
EliminarEMILIO: ¡Tremendo, tremendo!. Abrazos
EliminarY su grito es un aquí estoy. Ya le llegará el tiempo de estar callado y desplomado. La pava a lo suyo. Le o, le o, le o. A ver si calla ese pelmazo presumido.
ResponderEliminarDesplomado a desplumado. Pavo o pava
ResponderEliminarOs pavões, senhoriais e elegantes, mas com com uns sons ....
ResponderEliminarBeso, amigo mio :)
De pequeños a mi y a mis hermanos nos avisaban antes de entrar en El Campo Grande:
ResponderEliminarNo os acerquéis demasiado a ellos,son agresivos .
Yo lo único que por entonces pensaba de ellos:
Son tan hermosos, perfectos.
Y ahora aprendo contigo que la perfección de los más hermosos no existe...también se les caen las plumas .
!Cómo está el patio!
Feliz tarde/noche de domingo.
Excelente alegoría del presente humano. A propósito, recuerdo muy bien la belleza de los pavos reales de Campo Grande y del señor mayor que los alimentaba.
ResponderEliminarBesotes
Ayer me di un festín en El Retiro de Madrid, mirando los pavos pavonearse. Había varios y se sentían encantados de vernos a los visitantes. Son muy bellos en sus colores. De eso no hay duda, pero también les llegará, como a todos, su tiempo, donde no se sientan tan orgullosos.
ResponderEliminarBesos
Me ha gustado, creo que aquí han priorizado los patos pero me fijaré más, quizás los haya y ni siquiera los vea.
ResponderEliminarUn abrazo