Ya está. Llegaste a tiempo. Lento, a la hora prevista, atardece en el Travieso. El sol se pone y tú, al fin, has conseguido volver a la sierra, con temor por si la hubieras soñado y no fuera cierta, pero no, es ella más certeza que tú. Abajo quedan todas las otras cosas. ¡Nieve en el Calvitero, viento frío y horizonte! ¡Frío y silencio!
El sol siempre llega a tiempo, incluso, cuando menos se le espera, vuelve a aparecer.
ResponderEliminarUn beso.
Y amigos que te esperan con besos renovados.
ResponderEliminarHay silencios que gritan, es una suerte vivir experiencias como esa.
ResponderEliminarSaludos
Me alegro, lo necesitabas encarecidamente.
ResponderEliminar¡¡Disfruta!!
La foto es preciosa.
Besos
Asistir a un atardecer con todos los sentidos alerta es siempre una sorpresa. Y un reencuentro.
ResponderEliminarLa sierra te esperaba.
ResponderEliminarTiene poco que ver el tiempo de la naturaleza con el tiempo nuestro. Lento uno y, a menudo, rápido el otro.
ResponderEliminarUn abrazo