Es difícil ponerse en la mente de aquel a quien llevan a fusilar en la parte de atrás de un automóvil y se mira los zapatos mientras escucha el ruido del motor y el sonido de los neumáticos que avanzan por los guijarros de un camino sin asfaltar. Aún no ha amanecido.
A veces nos ponemos en el lugar del otro simplemente para ser conscientes de nuestras ventajas.
ResponderEliminarDespués de la blusa recién lavada...
ResponderEliminarAbrazos
Es difícil, sí, pero tus palabras nos ponen claramente en situación...
ResponderEliminarPor muito que tente, não tenho essa capacidade de empatia.
ResponderEliminarBesos, querido amigo mio
Me ha gustado la intensidad de tus sentidos
ResponderEliminarMuy duro, Pedro. Y cuántas situaciones semejantes a lo largo de la Historia...de nuestra Historia.
ResponderEliminarEntenderá el cuando, pero no el por qué.
ResponderEliminarUn abrazo
Terrible situación, casi es mejor que no amanezca...
ResponderEliminarAunque no hace mucho por aquí ocurría eso, ahora no te llevan a la tapia pero te llevan al juzgado por cualquier cosa, como ocurra que te toca un juez de tiempos pretéritos casi es lo mismo.
ResponderEliminarSaludos
Tú lo has hecho. Besos.
ResponderEliminarNo perdamos la memoria.
ResponderEliminarBuenos días, profesor Ojeda:
ResponderEliminarSólo pensarlo produce escalofrío.
Dejo el enlace de una versión de 'Al alba' .
Abrazos
ResponderEliminarEstá bien recordarlo, aunque sea de vez en cuando.
Un abrazo
otra noche sin pegar ojo esperando que el coche no se parase ante mi puerta, cada vez estaban más cerca, tal vez mañana...
ResponderEliminarCreo que uno de mis abuelos murió así, está en la fosa común, a unos diez kilómetros de aquí.
ResponderEliminarUn abrazo
Empatía, aunque de escalofríos.
ResponderEliminarBesos.
;)
Dé
ResponderEliminarEs imposible... aunque la empatía y la rabia aproximen tal sentimiento..
ResponderEliminarAbrazo