Esta tarde se ofrece, casi mar, el Guadiana. De Ayamonte a Vila Real de Santo António, en la raya desmelenada por el viento de este invierno aquí ya primavera decidida hacia el aroma del azahar cercano. Cruzar solo por cruzar y pasear las calles para tomar café y hablar de casi todo lo que importa, que es lo que por fortuna cabe en el metro cuadrado de una mesa. A veces los ríos son solo eso: sueños ligeros de lado a lado sobre los que tender hilos leves de sonrisas en la proa del barco que los cruza. De Ayamonte a Villa Real y pensar que uno ya no regresa de algunos sitios. Una media docena de lugares -no más, date razón a ti mismo- en los que todavía estás si cierras los ojos y te dejas acariciar por el viento y las palabras.
.....Y cruzar orillas, que nunca son las mismas.
ResponderEliminarEn un metro cuadrado de una mesa...
ResponderEliminarEs el mejor territorio.
"Arena del Sur caliente
ResponderEliminarque pide camelias blancas".
Se respira la mezcla, la esencia de lo que somos. La mente abierta a la amplitud
Mientras haya sonrisas...
ResponderEliminar"Los ríos son.... sueños ligeros" Me gusta esa imagen o comparación porque veo y siento al río transitando dulce, mansamente, el mundo de los sueños.
ResponderEliminarBesos
Creo que lo has dicho todo, o casi todo.
ResponderEliminarUn abrazo
Una vez viví al lado del Guadiana, he recordado al leerte que probablemente ya nunca regrese a ese sitio, pero puedo verlo si cierro los ojos.
ResponderEliminarSaludos
Tan cerca, y tan lejos, que se dan la mano. Un kilómetro aguas arriba el puente, obra del hombre, tan definitivo.
ResponderEliminarQué profundidad tiene la foto.
ResponderEliminarToda la inmensidad que se graba en la retina, cabe en forma de poéticas palabras en el diámetro de una mesa de cualquier café. No es que su belleza se haga diminuta, lo que ocurre es que agranda todo lo que le rodea.
ResponderEliminarLo que has descrito, Pedro, es el Paraíso.
Saludos.
He cruzado el Guadiana por ese punto tres o cuatro veces, y todas han sido emocionantes. Mi destino era Albufeira, un lugar que en invierno es una delicia. Allí pasé tres felices navidades hace mucho tiempo.
ResponderEliminarbonita foto Pedro
ResponderEliminartodo curso de agua es una invitación de orilla a orilla
bss