Hay luces totalmente artificiales, que tienen un falso brillo. Por eso no alumbran, sino que deslumbran. Tienes toda la razón, Pedro, en tenerlas bajo sospecha. Hay que cuidarse de ellas, y de quienes las desprenden. Tus frases son demoledoras. Saludos.
Todo lo que se precie tiene entorno, esa palabra tan de moda que nadie usaba hace unos meses, aparecen en cuadrilla para disolverse mejor. Por lo tanto, haces bien en sospechar de la luz cegadora. Ya lo decía don Miguel en un endecasílabo rotundo como el deslumbrante Gugemheim, o cómo se escriba: "Tinieblas es la luz donde hay luz sola"
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Hay luces totalmente artificiales, que tienen un falso brillo. Por eso no alumbran, sino que deslumbran. Tienes toda la razón, Pedro, en tenerlas bajo sospecha.
ResponderEliminarHay que cuidarse de ellas, y de quienes las desprenden.
Tus frases son demoledoras.
Saludos.
No debemos permitir que nada ni nadie nos ciegue.
ResponderEliminarUn beso.
Todo lo que se precie tiene entorno, esa palabra tan de moda que nadie usaba hace unos meses, aparecen en cuadrilla para disolverse mejor. Por lo tanto, haces bien en sospechar de la luz cegadora. Ya lo decía don Miguel en un endecasílabo rotundo como el deslumbrante Gugemheim, o cómo se escriba: "Tinieblas es la luz donde hay luz sola"
ResponderEliminarNo hay que preocuparse, desarrollaremos otros sentidos.
ResponderEliminarSaludos
Concordo contigo, querido amigo : luzes existem tão fortes que em vez de iluminar , cegam !!
ResponderEliminarBesos, Pedro.
Son muchos los que quieren que no veamos, pero como dice Emilio Manuel, desarrollaremos otros sentidos.
ResponderEliminarSaludos!
No lo permitas.
ResponderEliminarSiempre hay algún impertinente...
ResponderEliminarSuelen ser como las piedras que se le meten a uno en el zapato.
Sigue caminando, Pedro.
¡Ladran, luego cabalgamos!
Besos.