En las noches de inicio del verano todo tiene una consistencia extraña. La del tiempo detenido, cuando las cosas se viven porque todavía no hace falta recordarlas.
Así es Pedro, el tiempo se detiene, o tal seamos nosotros los que aparquemos el ritmo desenfrenado para empezar a contemplar con el abandono acompasado de las horas, la vida.
Cuando se ha trabajado tanto durante todo el año y después llegan las vacaciones es una sensación de paz y de relax que parece que todo se detiene durante unos días y la vida se viste de otro color, aunque ahora, éste no sea mi caso, pero esa experiencia la viví hace unos años.
Recuerdo esas noches de verano que dormía con el balcón de mi cuarto abierto de par en par. Entonces no había ruidos en la calle. El verano era lo que se esperaba de él, es decir, caluroso. Y los mosquitos no estaban tan maleados como ahora. Se morían con un simple insecticida comprado en la tienda de comestibles del barrio. Y además era laaargo, muy largo el verano. ¡Qué gozada!
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Viviéndolas plenamente, disfrutándolas profundamente.
ResponderEliminarBesos
Yo espero esas noches del inicuo de verano sentada en mi balcón...
ResponderEliminar¡Cabrón de verano! ¿Dónde estás??
pos no sé, invierno y sus noches igual tienen sus detalles mágicos...
ResponderEliminarbss y buena semana
Vivir....solo es eso.
ResponderEliminarRecordarlas es vivirlas y, yo diría, más plenamente.
ResponderEliminarLa mitología del verano parece ser siempre positiva, el deseo de que sea un verano para recordar. Tenemos casi todo por delante, qué bien.
ResponderEliminarUn abrazo
Aquí en el norte, el verano se niega a llegar y hay días que recuerdan al frío invierno...
ResponderEliminarNo veas cómo echo de menos esas noches de playa... lo que he vivido yo! Ayyy!
ResponderEliminarBueno, le verano tienen eso de magia, me gusta.
Besos y a disfrutar!
;)
Y mucha suerte el día 17 con la próxima presentación del libro. Me alegro mucho de que vaya tan bien el proyecto!
besotes!
;)
Así es Pedro, el tiempo se detiene, o tal seamos nosotros los que aparquemos el ritmo desenfrenado para empezar a contemplar con el abandono acompasado de las horas, la vida.
ResponderEliminarUn beso.
Un paréntesis.
ResponderEliminarEs verdad, en verano todo parece detenerse. Hagámos lo mismo.
ResponderEliminargracias por la huella y la buena vibra Pedro
ResponderEliminarbuena semana
Cuando se ha trabajado tanto durante todo el año y después llegan las vacaciones es una sensación de paz y de relax que parece que todo se detiene durante unos días y la vida se viste de otro color, aunque ahora, éste no sea mi caso, pero esa experiencia la viví hace unos años.
ResponderEliminarDisfruta de tus vacaciones, Pedro.
Un beso.
El tiempo de verano invita al disfrute, la calma, el relax.....Feliz verano
ResponderEliminarBesos
Me gustan las noches de verano, no sé si las cosas se detienen o se precipitan, pero me gustan... también los días... me gusta el verano...
ResponderEliminarAbrazo y si está en la playa disfruta todo lo que puedas...
Recuerdo esas noches de verano que dormía con el balcón de mi cuarto abierto de par en par. Entonces no había ruidos en la calle. El verano era lo que se esperaba de él, es decir, caluroso. Y los mosquitos no estaban tan maleados como ahora. Se morían con un simple insecticida comprado en la tienda de comestibles del barrio. Y además era laaargo, muy largo el verano. ¡Qué gozada!
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