miércoles, 20 de noviembre de 2013

Sin duda todos llevamos un demonio dentro



Sin duda, todos llevamos un demonio dentro. A unas personas les molesta su propio demonio, a otras solo el que tienen los demás. Juguetón a veces, inofensivo. Destructivo otras. Bromista, saltimbanqui o severo y de levita. Un demonio que nos corroe por dentro o un demonio que sacamos a pasear para otros. Demonios cojitrancos, demonios soberbios y hermosos, demonios miserables y avaros, demonios tiernos que uno se llevaría a casa para cuidarlos, demonios feos como demonios. A algunos demonios hay que mirarlos a la cara porque si no, nos agarran del cuello. A otros basta con ignorarlos porque terminan ahogándose en sus gritos. Lo peor de algunos demonios es que llevan un ser humano dentro.

 Razón de mi fotografía de hoy aquí.

20 comentarios:

  1. ¡Ave María purísima! ¡qué peligro!

    ¿te imaginas que un demonio regurgite a un ser humano?

    ResponderEliminar
  2. (Mis demonios los conoces de sobra, ¿no?)

    Besos endemoniadamente juguetones

    ResponderEliminar
  3. ángeles variopintos y otros accesorios más

    buena jornada Pedro

    ResponderEliminar
  4. quien sabe quien tenemos a nuestro lado...... quiza un angel-demonio variopinto, y demás.
    Buenas noches. Pedro

    ResponderEliminar
  5. Estoy de acuerdo contigo en que todos llevamos un demonio dentro, algunas veces ese demonio se enfurece, otras veces, está dormido.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  6. la eterna dualidad Pedro querido...varios demonios me han visitado, tienen mil caras, parece que les encanta hacerlo, debo de tratarlos muy bien...o soy tan cortés que los dejo un tiempo y luego se van,,, me encanta ver sus caras, reconocerlos en los momentos de mi vida y luego dejarlos ir....
    <3
    Besos Pedro!

    Ali

    ResponderEliminar
  7. Después de leer esto, pienso si será el exorcismo la profesión del futuro o acabaremos cenando en armonía con el diablo.

    ResponderEliminar
  8. Incluso hay quien lleva dentro todo un infierno.

    ResponderEliminar
  9. Estamos bien surtidos de demonios, de seres macabros, príncipes de las tinieblas, murciélagos sin sombra que se suicidan al amanecer.

    ResponderEliminar
  10. El demonio interior es a veces cruel y nos flagela ya que nos acompaña desde que éramos niños y no se resigna a abandonarnos.

    ResponderEliminar
  11. Lo que yo dije, esas santas y vírgenes huyen despavoridas. Mira como se mueven sus mantos.

    Hay que vivir con ese demonio, procurar que no se desmande.


    Besos

    ResponderEliminar
  12. Y sin ese constraste mamado en el Árbol de la ciencia del bien y del mal, ¿qué seríamos?
    ;-)
    Besos, Pedro.

    ResponderEliminar
  13. Y tanto, lo mejor es saber reconocerlo y sacarlo a pasear en caso de necesidad.

    Besicos.

    ResponderEliminar
  14. Interesante sentir ese diálogo entre unas esculturas y otras. Me recordó a Juan Muñoz.
    Besos besos

    ResponderEliminar
  15. También,a veces,me sorprenden mis propios demonios.

    ResponderEliminar
  16. Me quedo con la idea de ese demonio poseido por lo humano, pobrecillo.

    Un abrazo, Pedro, y gracias por tu sugerencia para una posible exposición.

    ResponderEliminar
  17. El mío debe ser travieso. "Levas el demonio dentro" -decía mi abuela.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  18. El diablo se llevó la "l" Llevas quería decir.

    ResponderEliminar
  19. Tomás Martinez Fernandez22 de noviembre de 2013, 11:38


    Somos nuestros propio demonio y hacemos de este mundo nuestro propio infierno.
    Oscar Wilde

    Hay que sufrir mucho para llegar a estas conclusiones.

    ResponderEliminar
  20. También a veces nos es necesario aliarnos con él. Lo importante es que no se nos apodere y seamos nosotros quienes los controlemos.
    Besos

    ResponderEliminar

Un ataque masivo de spam me ha obligado a anular la posibilidad de comentarios anónimos en contra de lo que siempre ha ocurrido en La Acequia. En cuanto pueda solucionarlo, volverá a ser posible comentar de forma anónima.