Lo creías imposible. Te aseguré que no. Te abrazaré toda la noche, te dije. Dejaré que te vayas hacia el sueño con mi rostro hundido en tu pelo, besándote la nuca, mientras rodeo tu cuerpo con mis brazos y siento que tu respiraciön se calma, lentamente. Susurro en tu oído, sílaba a sílaba, las palabras justas. Recibirás el día entre mis brazos. Nada más natural que abrazarte toda la noche y respirar tu piel con el cuidado de quien guarda un tesoro, acompasando la respiración para no despertarte. Y ver tu sonrisa, que recibe la mañana y sus sonidos mientras te desperezas. Habremos hecho ya lo más importante de la jornada. Será el amor lo que nos salve.
Espero que no se te duerma el brazo...como le ocurrió a quien yo sé.
ResponderEliminarEs broma.
Bello texto, Pedro
ResponderEliminardos hacen dios
besos
Una maravilla!
ResponderEliminarAsí debiéramos dormir todas las noches, y despertar todas las mañanas...
Besos!
;)
Tal y como están las cosas, es el único, el amor, el que puede salvarnos y lo hará y si no tiempo al tiempo.
ResponderEliminarBello texto.
Luz
Pedro, ¡qué preciosas palabras!. Como mujer que soy, me han encantado. Aunque sé lo difícil que es cumplir toda la noche esta promesa...pero el propósito es lo que cuenta y ya me vale.
ResponderEliminar:)
Ya era hora de que dejaras entrar el amor en tu vida y me alegro por ello.
ResponderEliminarBesos
Es maravilloso sentir de esa manera,enhorabuena Pedro!
ResponderEliminarBuenas noches, profesor Ojeda:
ResponderEliminar¡Felicidades!
¡Si supiésemos valorar lo afortunados que somos al poder disfrutar de lo verdaderamente importante...!
Saludos.
Así sea...
ResponderEliminarUn abrazo
UY, alta tensión entre esos cabellos rubios... :)) Besotes enamorados, M.
ResponderEliminarUna forma excelente de amanecer.
ResponderEliminarUma ternura linda este teu texto.
ResponderEliminarQue seja feliz a tua semana, meu querido Oedro.
Ama mientras puedas
ResponderEliminarSin duda alguna amar será lo más importante de cada jornada, de todas ellas. Es lo único que merece la pena. Amar es el motor que impulsa nuestra existencia.
ResponderEliminarUn beso Pedro
ResponderEliminarQue no se rompa esa magia.;-)
Desde mi tierra manchega,un abrazo
felicidades Pedro, deseo de todo corazón , que este nuevo amor llene de luz y alegrías tus días y los días de quienes te conocen
ResponderEliminarbesos
Hay mucha ternura, mucha delicadeza y mucha serenidad en este texto.
ResponderEliminarSi hay una destinataria, seguramente se sentirá muy feliz al leerlo :-))
Un abrazo.
:)
ResponderEliminarA ciertas edades, ese instante de sentirnos abrazados de nuevo, lo creemos imposible.
Por eso cuando llega hay que disfrutar el momento.
Besos, Pedro.
¿Y qué otra cosa sino el amor?
ResponderEliminarQué bonito texto.
El incalculable valor de un abrazo a tiempo, sobre todo cuando ya no se esperaban :)
ResponderEliminardos abrazos
¡Jo, qué magnífico!
ResponderEliminarImposible decir nada más, ya lo dices todo bellamente.
Me alegra leerte y te sonrío con besos
Preciosa forma de recibir el día y, sobre todo desperezarse en compañia-El amor salva casi todo.
ResponderEliminarSaludos Pedro.
Amén. jo anticipe mucho antes, mi opinión. tu lo sabes.
ResponderEliminarun abrazo
La utopía del abrazo al fin cumplida.
ResponderEliminar¡¡que dulce, Pedro!!
ResponderEliminarmuy dulce y confortador.
biquiños,
¡Qué mejor manera de recibir la mañana! Absolutamente de acuerdo, será el amor lo que nos salve, en todos los aspectos.
ResponderEliminar¡Disfrútalo al máximo!¡Sé inmensamente feliz!
Muchos besos, Pedro.
Sabes que siempre afirmé que el desamor es circunstancial y pasajero.
ResponderEliminarEs así, el amor todo lo puede y nos salva,aunque cueste encontrarse con el dentro, y también fuera. Un beso.
ResponderEliminarAfortunadamente no es como en el mundo empresarial, en el que a eso se lo denomina cumplir los objetivos del día. En este caso no los cumple, sino que los quema. Hay que quemar los objetivos en su perniciosa función de ser o no ser, pues siempre es un ser. Luego hay otros objetivos, también importantes, a que no se llega.
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