Al caer la tarde, estos campos se recogen hacia el horizonte. Todos cargamos con el peso de nuestro paisaje y a él vamos o de él huimos. Reconozco mi condición cuando me enfrento al de estas tierras: solo espacio abierto y aire. El castellano que quiere quedarse debe mirar hacia dentro o hacia abajo porque no hay nada que le retenga. Por aquí se ha mirado demasiado hacia abajo o hacia afuera por no mirar hacia adentro. Por miedo. O por pereza. Ya es hora de pensar en la próxima cosecha.
Esa tierra, como la mía, es de cereal. Así que el problema es que todavía está granando y hay que esperar a que llegue agosto, salvo que esta ola de calor nos lo arrebate y no haya cosecha ni nada, sino pajital.
ResponderEliminarsé que tu cosecha será plena Pedro
ResponderEliminarporque tu interior es rico y variado
besos y feliz fin de semana
Contemplo esta paisagem larga e sem nada a impedir o alongar dos olhos e me encontro no meu querido Alentejo!
ResponderEliminarA colheita será aquilo que temos dentro. No teu caso será bem rica, meu amigo querido.
Bem hajas!
Tierras castellanas, con bellos y amplios paisajes como amplia lo es Castilla.
ResponderEliminarUn beso.
Un beso.
Ese azul...
ResponderEliminarAbejita: el mar subió al cielo.
ResponderEliminarEspero que la cosecha sea abundante, los comensales andan con los bolsillos vacíos.
Abrazos Pedro y paseantes
antonio aguilera
Buena gana de mirarse el ombligo cuando delante se te ofrece un amplio horizonte tan pródigo de generosidad.
ResponderEliminarCuando se siembra, siempre se cosecha y ésta depende siempre de la tierra que alberga y de las semillas que elegimos sembrar.
ResponderEliminarBuena cosecha compañero...:)
Por supuesto hay que mimarla y quererla que de la tierra y la cosecha depende nuestro bien vivir...!
ResponderEliminarUn saludo Pedro.
Así es, Pedro, el horizonte es la bisagra de una puerta batiente.
ResponderEliminartenemos que querer a nuestro entorno, mirarlo bien, sentirlo... y hacerlo parte de nosotros.
ResponderEliminary que la próxima cosecha sea productiva.
biquiños,
Cuando miro estos horizontes me quedo fascinada por ellos, me siento muy castellana, y miro allá, a lo lejos.........
ResponderEliminarBesos
Luz
Prefiero el paisaje roto por altibajos...como la vida misma.
ResponderEliminarPrecioso paisaje pero echo de menos el mar... Besotes mediterráneos, M.
ResponderEliminarMe gusta :)
ResponderEliminarNO CONOZCO EL LUGAR, ESTOS CAMPOS PARENCEN PRODUCTIVOS, QUE LO SEAN SIEMPRE, MI ABUELA DECIA, 7 AÑOS BUENOS Y 7 AÑOS MALOS, NO SE DE DONDE LO SACO, ELLA ERA AUSTRIACA. TE MANDO UN SALUDO CORDIAL
ResponderEliminarEsos campos de Castilla que a los isleños nos suenan a conquistas, caballeros, castillos, molinos, sol, girasoles, puentes, ríos...
ResponderEliminar¡Ah, hermoso!
Hermoso paisaje, se presagia vida en el... Besos Pedro, buen fin de semana
ResponderEliminarLindo, lindo.
ResponderEliminarBelissímo.
Felicidades, sempre.
Ese azul degradado que parece una acuarela, invita a buscar el mar.
ResponderEliminarLos castellanos sabemos que queda bastante lejos, pero podemos imaginar el agua, en los sembrados movidos por el viento.
Saludos.
También yo creo que el paisaje tiene una gran influencia en nuestras vidas. Mirar hacia adentro... No siempre es fácil. Un abrazo, querido amigo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta entrada Pedro, me lleva a la introspección y ver mi sembra y cosecha....
ResponderEliminarCreo que la tuya es tremendamente rica.... y yo estoy en esa misma búsqueda...
Es un hermoso proceso---;-)
Ali
Los campos interiores de mi terruño, estan dorados, como les que tu nos muestras eperando que vengan a aliberarles de su carga, de pan i vida.
ResponderEliminarUn abrazo, profesor.
Acostumbrado a otros paisajes, esa amplitud parece de sueño.Para mirarlo y disfrutarlo parece preciso mirar para dentro también.
ResponderEliminarNada mejor que mirar hacia dentro y sembrar buena simiente, para poder hacer una buena cosecha.
ResponderEliminarBesos
PD- Esos trigales son una belleza.
Al final, hay que mirar a todos lados: hacia abajo, hacia dentro, hacia el frente... si no seguro que alguna faceta se nos escapa.
ResponderEliminarUn beso.
Hacia afuera, Pedro, sin valorar lo nuestro. Es una pena
ResponderEliminarEl Camino de la Mesta arrasó con la siembra y la deforestación.
ResponderEliminarReinó la aridez y la apatía en tierras yermas.
Pero aún quedan cosechas...
Al menos eso quiero seguir creyendo.
Un beso, Pedro.
El paisaje es nuestra mejor compañía, saberlo ver esta solo en nuestro interior....y la cosecha, si sabemos sembrar...recogeremos.
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