En tiempos convulsos, dan ganas de echarse a la mar y arriesgarse a perder la vida si con eso se encuentra la posibildiad, aun remota, de un puerto seguro en el que atracar tras la singladura. Dan ganas de echarse a la mar y afrontar -mascarón de proa- los elementos. Cruzar los océanos para hallar que no todo es como nos lo cuentan y que el ser humano aun tiene esperanza. Así se encuentra la paz interior, la solidaridad y la vida. O la muerte. Pero merece la pena.
En tiempos convulsos el arriesgar es lo que puede hacernos permanecer a flote. Los que se rinden se ahogan.
ResponderEliminarEl que no arriesga no pesca, decía mi abuelo. Yo todavía tengo esperanza, o mejor dicho cierta esperanza, a que la situación mejore, a que no sea una utopía ya no trabajar "de lo tuyo" sino de cualquier cosa, que no hayan tantos impedimentos para poder ser más libre(para mí el trabajo y la remuneración es lo que al final te da libertad).
ResponderEliminarSeguramente eso es lo que necesitamos...arriesgar y no quedarnos parados...pero ¿quién lo hace?...es genial pensarlo, otra cosa es hacerlo. un abrazo
ResponderEliminarToda la razón, Pedro. Y es que, desgraciadamente, muchas veces en los días que corren ya no se tiene nada que perder...
ResponderEliminarlas esperanzas no perderlas, sea como sea todo pasará, la tormenta y la dificultá que nos remece por ahora. El puerto estará abierto porque habita en el adentro, sea echarse al mar o volar hacia el peñón , ya vendrá la concordancia y certeza en que sea el ahora preciso para esa paz, solidaridad, y Vida plena.
ResponderEliminarBesos Pedro, tiempos convulsos acantarán como las aguas , pero las pasiones esas tienen su propia hoguera, está en uno alimentarlas o dejarlas en latencia o quizá extinguirlas ...todo depende del puente que le construyamos.
cuidate mucho y ánimos con mucha energía pa'ti
No hay nada que merezca tanto riesgo.
ResponderEliminarQuien arriesga puede perder la vida, pero quien no lo hace la puede dar por perdida. Un beso Pedro
ResponderEliminaramigo mio:
ResponderEliminaren tiempos difíciles es fácil que las personas recurran a acciones desesperadas. Incluso, si esas mismas acciones ponen en riesgo la propia vida.... Esto es tan común que hasta nos pareciera normal....Sin embargo, el prudente, se aferra a un tronco, una mesa, un baúl, o cualquier cosa que flote... y desde allí comienza su viaje.... tomados a algo que flote, podemos patalear y llegar más lejos... Sin dudas la inteligencia, es mejor consejero que la desesperación.. al menos así me lo parece hoy... un abrazo desde buenos aires Argentina... juank
Lo peor es tener miedo, porque ese miedo te lleva a donde no quieres ir. Por eso lo mejor, efectivamente, es echarse al mar y puede que nos llevemos la sorpresa de que " no es tan fiero el león como lo pintan"
ResponderEliminarUn abrazo
Luz
Totalmente de acuerdo... pero nos hemos acomodado demasiado para arriesgarlo todo en una tormenta. Tenemos demasiado 'lastre' dependiendo de nuestra cercanía
ResponderEliminarun abrazo de viernes, Maese Pedro :)
del mar la vida,
ResponderEliminarentonces,
al mar viviremos
que pases bien, mi querido amigo profe,
saludos desde el pequeño Uruguay
Yo siempre he sido marinera, de tierra adentro, pero marinera, así que si fletas ese barco yo me subo, y si no lo fletas seguiré siendo marinera de todas formas. Las mareas van y vienen, como los miedos, por eso hay que ponerles la proa para surcarlas.
ResponderEliminarBesis desde la mar.
¿De verdad? ¿arribaremos en puerto seguro? ¿alguno queda?
ResponderEliminar¡Este es el riesgo de Vivir!. Echémonos, entonces, a la mar en la confianza de que hay puertos seguros, allí donde hay faros amigos.
ResponderEliminarEs en estos momentos tan convulsos,cuando más solidariamente unidos debemos estar.
ResponderEliminarUna nave así es capaz de atravesar todas las tormentas...
ResponderEliminarPara mí echarme a la mar representaria una muerte segura e instantánea.Porque No se nadarrrrr!!!
ResponderEliminarpero si que atravesaria cien desiertos en busca de un mundo mas solidario. Y desde luego mucho menos convulso.
Saludos profesor.
Hagámonos a la mar mientras haya alguna pasibilidad de arribar a puerto.
ResponderEliminar¡Ojalá las haya! Sólo hay que dar con ellas ( las posibilidades, digo). Es menos arriesgado comprar suerte en Doña Manolita, esperar en la popa, sentarse a la sombra de un león. Así haya amores eternos. Nadar y guardar la ropa o quemar las naves antes del regreso...
ResponderEliminarYo ya puse la mar por medio y he visto cosas que realmente no son como las cuentan, algunas son peor, pero hay otras luces que mantienen la esperanza.
ResponderEliminarUno lleva consigo todo su destino y transforma los lugares por los que pasa en paraísos o infiernos o ambos alternados, como si no se hubiera movido del punto de partida, pero al hacerlo uno se da cuenta de las cosas por las que merece la pena vivir ésta y mil vidas como ésta.
Y que no haya sirenas que nos distraigan.
ResponderEliminarBesos, Pedro
Querido Pedro, arriscar talvez seja mesmo o único que nos resta!!
ResponderEliminarAbrazo fuerte
Y navegar ¿en dónde? ¿En océanos esquilmados? La verdad Pedro, somos una plaga de siete mil millones que lo devoran todo.
ResponderEliminarAunque todavía creo que hay cosas que podrían hacerse, pero no se hacen, de hecho, los gobiernos no las llevan a cabo. Entonces, ¿hacia dónde crees que vamos? Porque, si te fijas, los acontecimientos discurren cada vez a mayor velocidad, igual que el crecimiento insostenible y en progresión geométrica, de la humanidad.
Un abrazo.
No hace falta cruzar ningun mar para encontrar paz y sosiego existencial, simplemente, no caer en la trampa que nos tienden los "medios", los "mercados" y la sursum corda. Hacerles frente. ¿Cómo? Pues negándonos (TODOS) a trabajar por sueldos de miseria y con horarios de esclavitud; negarnos a hacer la declaración de la renta ya que pagamos impuestos indirectamente; negarnos a pagar los recibos exhorbitados de electricidad, agua, gas, etc. En fin, podríamos hacer la revolución del S.XXI sin derramar una gota de sangre. ¿No tenemos un golpe de estado de los mercados? ¿Una guerra financiera? Hay que luchar con sus propias armas que no son otras que las económicas. Besotes canadienses, M.
ResponderEliminarCreo firmemente que aún tenemos un resto de esperanza...de otro modo, sucumbiría.
ResponderEliminarUn abrazo.
bueno, yo creía ya estar en alta mar y buscando siempre la orilla, pero resulta que al leerte no nos hemos ni embarcado, paciencia
ResponderEliminarYo me tiré al mar, pero no por encontrar ni huir, sencillamente por aprender y saber si era capaz...la experiencia y la alegría aún me duran.
ResponderEliminarUn beso
Hola Pedro, me uno al comentario de Spaguetti, cómo me ha gustado!!
ResponderEliminar"Uno lleva consigo todo su destino y transforma los lugares por los que pasa en paraísos o infiernos o ambos alternados, como si no se hubiera movido del punto de partida, pero al hacerlo uno se da cuenta de las cosas por las que merece la pena vivir ésta y mil vidas como ésta."
Un amigo querido me dice siempre: Ali, todos vivimos una ILUSIÓN, la realidad es única y reside en el corazón del hombre.....;-)
"Papá, gracias por darme la vida junto a mamá. Tomo la vida que viene de uds con todo lo bueno y lo difícil y yo haré de la mía algo que valga la pena para que así se sientan orgullosos de mí.
Gracias papá, gracias mamá!"
(esta fue una voladura mía, para tí)
Te dejo los aromas actuales de mi tierra, canela y clavos de olor, mientras tú, seguro, saboreas el turrón! ;-)
Ali♫♪
Pero con un buen salvavidas, eh?
ResponderEliminar:)
Besos, Pedro.
Echarse a la mar no es sencillo si no se cuenta con una buena embarcación.
ResponderEliminarHabrá que confiar y echarse a la mar, porque lo que ahora hay ya lo sabemos.
ResponderEliminarUn beso
Tengo el ejemplo en casa, no se tiró a la mar, pero si buscó nuevos horizontes. Está en Berlín.
ResponderEliminarUn abrazo
si es difícil tomar una decisión cuando vemos que está a punto de derramarse el vaso, imagínate una decisión a vida o muerte...
ResponderEliminarcasi no alcanzo ni a imaginarlo.
por eso me merecen mucho respeto y admiración los que llegan en pateras a nuestras costas...
biquiños,
Si echarse al mar...o? escribir poesía:)
ResponderEliminarun saludo!
Y si se rompen las velas... a remar, a remar y a remar...
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