No había visto la noticia de la primavera próxima. Iba yo con la cabeza gacha y acogido a mis pensamientos y mis tristezas. ¡Y bastaba con levantar la mirada, como todos los años por estas fechas!
Me alegro de que levantes la cabeza para contemplar ese árbol tan bello. En mi blog puse un ciruelo en flor,atrapado entre asfalto y coches, pero hermosísimo.
¡Cuántas veces pasa que uno va envuelto y absorto en sus pensamientos! tanto que... no apreciamos lo que tenemos enfrente, dentro de nada, ya es primavera, todo pasa, pero todo llega...
Tengo la suerte de vivir en un pueblo de la montaña alicantina, Ibi, cuyos campos se visten cada febrero con la túnica rosa de los almendros en flor. Muy recomendable para el espíritu. Saludos cordiales.
Las IDUS de Marzo traen buenos pronósticos ...dicen...(si no te llamas julio Cesar o no eres japonés). Sí, Pedro, ya han empezado los ensayos de la sinfonía primaveral. La bulla de los pajaritos anuncia el cambio de estación, He visto una alondra incubando en los campos de cereales y pronto nuevas familias de patos pasearán por el Arlanzón. Algo nos dice que nos espera lo bueno, los días son mas largos y la luz le va sisando minutos a la noche. Pero no hay que bajar la guardia, la primavera siempre ha sido traicionera con las almas sensibles. Ahora que se despierta la curiosidad adormecida por el largo invierno vuelvo a preguntarme ¿qué pasará mañana?
Maestro, la cabeza está gacha del peso de los pensamientos y las tristezas...y la primavera, como mi otoño, nos recuerdan que levantándola nuestro panorama puede cambiar por instantes...y ese breve momento es gota de rocío a nuestro corazón...
Tal como vamos hoy en día, mirando al suelo con nuestras preocupaciones, a los almendros cada vez les cuesta más divulgar la noticia, tendrán que ponerse al día con nuevas técnicas en ciencias de la información.
No hace falta levantar la vista, su olor, su perfume nos delatará que estamos ante un árbol florido, con flores de cuatro o cinco pétalos blancos por fuera, es el blanco del invierno, y rosáceo cerca de la corola, es el anuncio de la primavera.
Da igual como uno se encuentre, es igual que el alma esté invernal u otoñal...No depende de mí, no depende de mi estado anímico... Ahí fuera todo sigue... Los ríos no paran... Las olas siguen llegando a su orilla y rompiendo en las rocas... Mires hacia arriba o hacia abajo, estés hacia dentro o hacia fuera... Es igual, todo sigue viviendo y todo brota...
Aunque a veces nos cueste, mirar de vez en cuando hacia arriba merece la pena porque podemos encontrar la belleza de estas flores que curiosamente, tambien miran hacia el suelo.
por acá el otoño, cada ciclo tiene su melodía, y sí hay que levantar la vista, mirarse siempre el paso nos lleva a un remolino cerrado y nos perdemos de tantas cosas...
La mayor de las hermosuras radica en la sencillez, siendo nuestra madre naturaleza la primera en recordarnos tal detalle. Es una preciosidad esta imagen, por aquí, parece que acaba de empezar el invierno, nos movemos a destiempo, pero se agradecerá saber llegar esa primavera más verde y hermosa aún. Abrazos y besos Pedro.
Como te ha dicho Mimosa, por aquí estamos de lluvia y frío que parece estamos en invierno, menos mal que no va a durar mucho, o eso creo ...
Ultimamente me pasa, que me despierto con el trino de los pájaros, siempre han estado ahí -tengo un parque cerca- pero nunca los había escuchado y ahora les presto atención ...
Así que mira a tu alrededor más a menudo y contemplaras bellas estampas ...
Vivo cerca del Parque de los Almendros en Parquesol y me siento privilegiada en estas fechas. A veces es como formar parte de esas postales japonesas, es como si todo estuviese lleno de hadas, los almendros inundan todo de una especie de alegría muda de una belleza impresionante.
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Es imperceptible su llegada, pero llega y se ve aunque no mires hacia arriba.
ResponderEliminarUn abrazo, Pedro.
Me alegro de que levantes la cabeza para contemplar ese árbol tan bello. En mi blog puse un ciruelo en flor,atrapado entre asfalto y coches, pero hermosísimo.
ResponderEliminarUn abrazo
ya era hora...estoy cansado del invierno...un abrazo
ResponderEliminarTomáte este respiro, Pedro, lo necesitas.. estas flores con su exuberancia, te darán fuerzas y algo de color en tu caminar, tu espera..
ResponderEliminarBesos.
¡Cuántas veces pasa que uno va envuelto y absorto en sus pensamientos! tanto que... no apreciamos lo que tenemos enfrente, dentro de nada, ya es primavera, todo pasa, pero todo llega...
ResponderEliminarUn beso.
Se siente próxima sí... esperemos que venga cargada de lo mejor.
ResponderEliminarUn abrazo.
por esta Meseta el invierno viene pronto y es largo-
ResponderEliminary la primavera. Junta en su imagen, el reposo de la naturaleza y su feliz rebrote.
Aunque sepamos las fechas, suele llegar tan repentinamente que es muy fácil que nos pille absortos o desprevenidos.
ResponderEliminarTe deseo que con su colorido y alegría alivie tus tristezas.
Un beso
Tengo la suerte de vivir en un pueblo de la montaña alicantina, Ibi, cuyos campos se visten cada febrero con la túnica rosa de los almendros en flor. Muy recomendable para el espíritu. Saludos cordiales.
ResponderEliminarDesde luego es un regalo para los ojos, amigo
ResponderEliminarAbrazo y buena semana
Buenas noches, profesor Ojeda:
ResponderEliminar¡Qué hermosura!.
La belleza de la primavera, como la poesía, son regalos y consuelos siempre.
Un abrazo.
Las IDUS de Marzo traen buenos pronósticos ...dicen...(si no te llamas julio Cesar o no eres japonés). Sí, Pedro, ya han empezado los ensayos de la sinfonía primaveral. La bulla de los pajaritos anuncia el cambio de estación,
ResponderEliminarHe visto una alondra incubando en los campos de cereales y pronto nuevas familias de patos pasearán por el Arlanzón. Algo nos dice que nos espera lo bueno, los días son mas largos y la luz le va sisando minutos a la noche. Pero no hay que bajar la guardia, la primavera siempre ha sido traicionera con las almas sensibles.
Ahora que se despierta la curiosidad adormecida por el largo invierno vuelvo a preguntarme ¿qué pasará mañana?
Maestro, la cabeza está gacha del peso de los pensamientos y las tristezas...y la primavera, como mi otoño, nos recuerdan que levantándola nuestro panorama puede cambiar por instantes...y ese breve momento es gota de rocío a nuestro corazón...
ResponderEliminarUn beso querido Maestro Pedro,
Ali
Tal como vamos hoy en día, mirando al suelo con nuestras preocupaciones, a los almendros cada vez les cuesta más divulgar la noticia, tendrán que ponerse al día con nuevas técnicas en ciencias de la información.
ResponderEliminar¡Preciosa foto! Un día de éstos, no te olvides del peral... Besotes primaverales, M.
ResponderEliminarNo hace falta levantar la vista, su olor, su perfume nos delatará que estamos ante un árbol florido, con flores de cuatro o cinco pétalos blancos por fuera, es el blanco del invierno, y rosáceo cerca de la corola, es el anuncio de la primavera.
ResponderEliminar¡La Naturaleza siempre es generosa con nosotros! (Algo de masoquista tendrá.) Hermosa foto.
ResponderEliminarSiempre llega. A veces avisa, otras no y no la recibimos como debiera, pero no es recorosa porque comprende nuestras preocupaciones... a veces.
ResponderEliminarDa igual como uno se encuentre, es igual que el alma esté invernal u otoñal...No depende de mí, no depende de mi estado anímico...
ResponderEliminarAhí fuera todo sigue...
Los ríos no paran...
Las olas siguen llegando a su orilla y rompiendo en las rocas...
Mires hacia arriba o hacia abajo, estés hacia dentro o hacia fuera...
Es igual, todo sigue viviendo y todo brota...
Yo lo noté por las humildes margaritas, no llegué a levantar la cabeza. Tan concentrado iba.
ResponderEliminarAunque a veces nos cueste, mirar de vez en cuando hacia arriba merece la pena porque podemos encontrar la belleza de estas flores que curiosamente, tambien miran hacia el suelo.
ResponderEliminarBonita foto.
Un abrazo
por acá el otoño, cada ciclo tiene su melodía, y sí hay que levantar la vista, mirarse siempre el paso nos lleva a un remolino cerrado y nos perdemos de tantas cosas...
ResponderEliminarbuena semana Pedro
La felicidad está en los más pequeños asuntos diarios que, precisamente por pequeños y ordinarios, nos pasan desapercibidos.
ResponderEliminar:))
ResponderEliminarGracias por mostrármela. Ensimismada, yo tampoco la había visto aún emerger.
Besos, Pedro.
Pues si, hace días que están rodeándonos, ¿cuando llegan las inefables golondrinas? Arriba esas cabezas y abajo, donde los prados florecientes.
ResponderEliminarSi no lo observas no existe.
ResponderEliminarQue cosa rara.
ResponderEliminarAquì se estàn cayendo las hojas de los àrboles, y parece que viene el otoño!!
No estarèis equivocados?
Un abrazo.
Y es que a veces basta con dejar de mirarnos los pies.
ResponderEliminarIncluso es perceptible su aroma.
ResponderEliminarUn abrazo
Bienvenida sea siempre la primavera. Y que olor mas agradable se desprende de la flor del almendro.
ResponderEliminarUno de mis favoritos.
La mayor de las hermosuras radica en la sencillez, siendo nuestra madre naturaleza la primera en recordarnos tal detalle. Es una preciosidad esta imagen, por aquí, parece que acaba de empezar el invierno, nos movemos a destiempo, pero se agradecerá saber llegar esa primavera más verde y hermosa aún.
ResponderEliminarAbrazos y besos Pedro.
Los floreció tu mirada. Nadie podrá demostrarte lo contrario.
ResponderEliminarHermosa estación, la Primavera.
ResponderEliminarComo te ha dicho Mimosa, por aquí estamos de lluvia y frío que parece estamos en invierno, menos mal que no va a durar mucho, o eso creo ...
Ultimamente me pasa, que me despierto con el trino de los pájaros, siempre han estado ahí -tengo un parque cerca- pero nunca los había escuchado y ahora les presto atención ...
Así que mira a tu alrededor más a menudo y contemplaras bellas estampas ...
Abazos
Da igual el estado de ánimo de los humanos; la naturaleza nunca se detiene. Y a veces duele. Biquiños.
ResponderEliminarVivo cerca del Parque de los Almendros en Parquesol y me siento privilegiada en estas fechas. A veces es como formar parte de esas postales japonesas, es como si todo estuviese lleno de hadas, los almendros inundan todo de una especie de alegría muda de una belleza impresionante.
ResponderEliminarBesos desde un faro en mitad del mar...
Mar(... la vendedora de humo)
Demasiados malos vientos me han acompañado este invierno...
ResponderEliminarHa llegado a renovarlo todo, a sacarnos del refugio.
ResponderEliminarUn abrazo
Estaban ahí para alegrarte, esperando, esperando, como los amores verdaderos.
ResponderEliminarBesitos.